Ufff, vaya lío… las Madres de mis Amigas… ¿son mis Amigas?

Estoy en esa edad que lo mismo me da 20 años menos que 20 años más. Si, para lo que estáis pensando y para los amigos también.

Porque a estas alturas en las que una ya tiene claras sus prioridades, sabe elegir a la gente que quiere tener alrededor y no tiene reparos en pararse a conocer a otras personas que hasta hacía un tiempo las veía como tu antítesis… pues pasan cosas como estas.

Un día te miras desde fuera y te ves hablando con las madres de tus amigas de tus cosas: la juerga del fin de semana, la última liada, tus paranoias mentales y… ¡¡oye!! ¡¡Encantadas de la vida!!

Durante mucho, muchísimo tiempo, las Madres de mis Amigas eran eso: sus Madres. Seres de una clase superior a las que había que tratar con máximo respeto pero a su vez ocultar cualquier tipo de información que podría suponer el más mínimo detalle sobre la vida personal de una misma o de la Amiga en cuestión.  

Y en cambio ahora… tomas café con ellas, alguna caña que otra, dais paseos juntas… vamos, que casi casi son una más. Eso sin contar con que están a la última y son super activas en las redes sociales, además de face to face, también hay muchos mensajitos por Instagram, reacciones en Facebook, etc, etc.

Tal cual os lo cuento. Las Madres de mis Amigas han pasado de ser sólo Madres a ser mis Amigas y… no está nada mal aunque creo que es un claro síntoma de madurez y, por consiguiente, de que me estoy haciendo mayor (no se si me gusta esto).

Aunque ellas, primero y principal, son las Madres de mis Amigas, por lo tanto siempre tienen esos comentarios típicos (y necesarios) de Madre que te hacen retroceder en el tiempo, para compensar lo de la hipotética madurez.

Así que voy a quedar con Rebeca y a ver si con suerte también viene su Madre que tengo que contarles lo último de este fin de semana. Porque SI, las Madres de mis Amigas son mis Amigas.

 

@sandecesbybertabo