Las mentiras que nos contaron para adelgazar
Se podría decir que cuando eres pequeña ser gorda es malo pero es que cuando eres adolescente es horrible. Normalmente, al ser pequeña te van controlando la comida, lo que comes, la cantidad, si comes de más, las chuches, etc…
Pero cuando llegas a la adolescencia e intentas imponer tu opinión o criterio, ya sea acertado o no (ahí no voy a entrar), empiezan a contarnos cosas que nos acabamos creyendo a base de oírlas porque por mucho que quieras tienes la autoestima en los pies.
En un principio pueden parecer comentarios inofensivos o que nos dicen por nuestro bien pero realmente pueden hacer un daño descomunal en nuestros sentimientos, emociones, en nuestra salud mental, en definitiva en nuestras vidas en general.
Yo no sé vosotras pero la primera mentira que me dijeron para adelgazar era que si no lo hacía nunca tendría novio.
Como si eso fuera lo más importante del mundo o una razón híper valida para bajar de peso. Creedme por muy romántica que fuera, y lo sigo siendo, para mí no fue una razón suficiente para que quisiera ni siquiera pensar en hacer otra de las tantas dietas que ya había intentado.
Otra de las mentiras que más recuerdo, y también a muy temprana edad, fue que si no adelgazaba no podría tener hijos.
Esta para mí fue especialmente cruel, ya que llevaba queriendo ser madre desde muy temprana edad. Y me fueron dando argumentos tales como “no podrás quedarte embarazada”, “tus bebés pueden tener problemas de salud por tu culpa”, “tu bebé será gordo” y un largo etc. Creo que no he llorado tanto en mi vida como ese día.
A esa mentira siguieron otras menos graves, por lo menos para mi punto de vista, pero que no dejan de ser opiniones que la gente tiene y que cree que tiene derecho a decirte. Como con ese peso nunca estarás sana, si adelgazas te verás mejor, encontrarás toda la ropa que quieras, podrás ponerte un bikini en la playa, etc. Como veis todo esto son mentiras que nos decían, porque TODAS son creencias u opiniones que tiene la gente sobre lo que es tener tu cuerpo.
“Pero a todos se les olvidaba que detrás de una persona gorda hay alguien con miedos, inseguridades y pesadillas que a través de esos comentarios se convertían en realidad.”
Mentiras como las que nos contaban han condicionado nuestra vida hasta que se nos ha caído el velo de los ojos, y aun así a veces siguen condicionando nuestros actos sin darnos cuenta. Porque SÍ me he puesto un bikini en la playa, por supuesto, pero con una telita que tapara la barriga para que no se viera, fuera a ser que a alguien se le cayeran los ojos, aunque sea peor ver otras cosas.
Me gustaría deciros que todas esas mentiras dejan de doler o de importar, pero solo puedo deciros que por suerte con el tiempo maduras o creces lo suficiente y entonces, ya no te crees todo lo que te dicen. A veces todavía duele algún comentario o referencia, sobre todo porque la gente habla sin saber pero tú ya no eres la misma y tu respuesta tampoco.
