El nacimiento de una criatura siempre es una buena noticia. Ya sea en nuestra familia más cercana, amistades o mismamente de algún famosillo al que seguimos desde hace tiempo. Algo así nos ha ocurrido a algunas con Laura Escanes, la influencer e Instagramer ha vivido uno de los embarazos más mediáticos de los últimos tiempos y nos ha hecho partícipes a todos sus seguidores de la evolución de esta bonita etapa.
Desde que hace más de cuarenta semanas (es decir, más de nueve meses) se hiciera pública la noticia de su embarazo, Escanes no ha dudado ni un solo segundo en mantenernos al día de su estado, de sus rutinas, de sus cuidados… Vamos, que hemos podido sentir la llegada de la pequeña Roma como si fuera nuestra propia sobrina ¡y lo largo que se nos ha hecho!
Hace algunas semanas no fueron pocos los perfiles que comenzaron a utilizar el humor preguntando por lo larga que se estaba haciendo la época de gestación de Laura. El tiempo parecía haberse congelado y que la pequeña no tenía ningunas ganas de llegar a este mundo. La influencer se tomó cada mensaje con humor e incluyó más de una historia de su Instagram dando fe de que Roma estaba todavía demasiado cómoda en su interior. Hasta la mismísima vidente Esperanza Gracia vaticinó la pronta llegada del bebé, ver para creer.
Hasta esta misma madrugada. Amanecíamos con un mensaje conciso, breve y precioso a la vez. Una imagen clara con la que Laura y su marido – el publicista Risto Mejide – informaban al mundo del nacimiento de su primer retoño. Casi rozando el fin del día, prácticamente estrenando mes, Roma estaba ya entre los brazos de su madre. Sin más explicaciones que un mensaje repleto de felicidad.
Lo que habrá de aquí en adelante en las redes de Laura y su pareja, es otro cantar. Ambos han dejado bien claro su intención de respetar por completo la intimidad del bebé y por lo tanto no mostrarán a la sociedad sus imágenes, al menos hasta que ella decida si quiere o no hacerlo.
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No han sido pocos los seguidores que han mostrado su desacuerdo con esta decisión, alegando sobre todo que Escanes haya mediatizado tantísimo su embarazo para después no querer mostrar ni un poquito su etapa como mamá. Ante todo respeto, por sus decisiones y por la privacidad que un bebé necesita. Ellos, como padres, tienen la última palabra y es muy loable que quieran que la infancia de Roma no se vea marcada por las cámaras y el papel cuché.
Desde aquí solo esperamos todo lo mejor para la familia, para la pequeña Roma, y por supuesto que el respeto por su intimidad esté por encima de todo.
