Fuiste a un colegio de monjas o curas, sabes lo que es. Hoy he querido acordarme de todas las que fuimos y sobrevivimos. Por todas nosotras, ¡alabaré alabaré alabaré alabaréeeee! Cosas que entenderás si has ido a un colegio religioso.
- Si te arrodillabas y la falda no tocaba el suelo, era demasiado corta y, por lo tanto, poco decorosa.
- Cuando tocaba ir de excursión te emocionabas porque podías ir de ropa de calle.
- Cada viernes tocaba misa, y dabas gracias a Dios porque te librabas de una clase.
- Hiciste más clases prácticas de Comunión y Confirmación que clases para sacarte el carnet de conducir.
- Cuando te dieron la hostia sagrada en la Comunión pensaste: pues no está tan rico.
- Cuando te dieron el chupito de vino en la Comunión pensaste: subidón subidóooon.
- Rezabas porque se ofreciese voluntaria la misma empollona de siempre para leer el Salmo.
- Cuando te dieron la colleja en la Confirmación te cagaste en los muertos del cura.
- Lo que más sonó en tu viaje de fin de curso a Italia no fue Gigi d’ Agostino, fue ‘Juan Pablo Segundo, te quiere todo el mundo’.
- Ir de ‘Ejercicios Espirituales’ significaba comprar chuches y guarradas para hacer fiesta de pijamas en la habitación de alguna compi.
- Cuando te veías jodida de verdad, por no haber estudiado para el examen, rezabas todo lo que sabías al crucifijo de encima de la pizarra.
- Las patronas del cole eran las Taylor Swift de la época.
- No podías entrar al comedor sin antes entonar lo de: Bendice Señor los alimentos que vamos a tomar, bendice a quien los hicieron y a quien no los tendrán, y haz que juntos los comamos en la mesa celestial. Amén.
- Odiabas tu uniforme, pero pobre del que se metiera con él, entonces se convertía en el mejor.
- Representaste a todos los pastorcillos del Belén, y te indignabas porque siempre le tocaba hacer de Virgen María a la rubia de ojos azules, a ti cómo máximo te ponían de San José o de mula.
- Cuando vas a bodas, comuniones, bautizos y entierros, eres la única que se sabe todas las canciones y cuándo responder.
- Cuando estabas mala siempre te arreglaban todo con una manzanilla.
- No te gustaba la religión, pero cuando tocaba saltarse clase por alguna fiesta religiosa eras la más devota.
- Siempre había alguna monja súper malvada y otra súper amor, y alguna súper vieja que solías observar de vez en cuando por si se había muerto.
- Rezabas todas las mañanas antes de empezar las clases, y al mediodía rezabas el Ángelus.
- Rezabas para que aquel chico se fijase en ti.
- Cuando te confesabas, los pecados más recurrentes eran: he dicho palabrotas, he contestado mal a mi madre y he pegado a mi hermano.
- Cuando te decían aquello de los actos impuros creías que se referían a no ducharte o no lavarte los dientes.
- Haber ido a un cole de monjas te estigma de por vida con la mágica frase de ‘Son las más guarrillas’.
- Cuando te venía la regla por sorpresa y pedías una compresa, te daban una compresa pañal.
- Te pasaron varias veces el vídeo ‘Qué me está pasando’, en el que te decían que si te masturbabas Dios lo vería. Y claro, te cortaba el rollo que no veas.
- Ser del coro significaba molar más que nadie.
- No entendías de dónde salía Dios, pero pasabas de insistir en cuanto la profe te miraba como al mismísimo Lucifer.
- El chándal estaba súper prohibido si no era para la clase de gimnasia.
- La clase de gimnasia muchas veces consistía en hacer bailes. Y tú te inspirabas en los mejores.
Gracias al Pureza de María, Carmelitas Vedruna, Salesianas de María Auxiliadora y Saint Michael´s por la inspiración. <3