De todas es sabido el acoso que recibimos diariamente por personas que nos siguen en nuestras redes sociales, y nos quieren vender dietas, batidos y “vida saludable” sin que nosotras se la hayamos pedido.

Que yo sepa no son endocrinos ni están al caso de nuestros análisis de sangre pero deducen que estamos insanas y que debemos coger sus hábitos para estar saludables y sonreír y ser felices como ellos.

El noventa por ciento de las veces te escribe una chica que en su foto de perfil tiene puesta una foto de ella con su marido. Y en su descripción pone:

Maripili, esposa de Antoñito

Mamá de Izan

Familia fit (con corazones y verduras y brazos arriba de icono)

¿Quieres cambiar tu vida y empezar a ser feliz? Puedo ayudarte.

La razón de esto no la sé. Porque claro digo yo que alguna vende dietas fit habrá que este soltera, o que sea una amargada con mal carácter, y sin amigos. Pues no, error, que sepáis que al unirte a su familia te vuelves Mr. Wonderful al instante, va con el pack de salud, verde y mundo de fantasía y color.

 

Y claro te envían un mensaje que pone “Gracias por seguirme” y tú piensas: “Pero pirada, si yo a ti no te sigo ni que me paguen” y luego ya pues te intentan vender su vida envidiable y donde nunca llueve y siempre hace sol, que se basa en comer sobres y barritas de proteínas. Pero ofreciéndotelo con mucho buen rollo y como si fueran súper buenas personas y se preocuparan realmente por ti y por tu vida, sin conocerte de nada, pero chica hay gente así, que se merece el premio nobel de la paz, y los fit lo quieren, es su tesoro.

Que si tú vas a pedirles ayuda y quieres hacer sus dietas o lo que sea, me parece perfecto, pero cuando vienes a decirme que así voy a ser más feliz cuando yo ya lo soy sin necesidad de ir tocándole las narices a los usuarios de las redes, y quizás, solo quizás, estoy más sana que tú, pues ahí ya me empiezas a caer como el culo. Y cuando ya el mensajito es diario, pues es que ya tengo ganas de ir a matar a toda la secta fit entera. Y luego abrir el telediario con Pedro Piqueras:

 «Se está buscando por todo el país a una psicópata en serie que le da croquetas sin parar a personas que la siguen constantemente en las redes ofreciéndole dietas, hasta que los mata de sobredosis de bechamel. Se cree que ya ha pasado la frontera y lo va a seguir haciendo por todo el planeta, hasta dejar las redes sin familias acosadoras de gordas. Es peligrosa y buena cocinera, eso si, las croquetas son de cocido y se ve que la receta es secreta, pero están de muerte. Si la ven, huyan… o no».

Así es que  he decidido crear el movimiento “Croquetalife” y que todas las gordas del mundo (yo es que o me pongo a lo grande o paso) cuando nos vengan con la misma catinela y los mensajitos de ayuda, les respondamos igual, y empiecen al menos a rayarse un poco. Si ellos tienen un mensaje estándar para todas las gordas, tengamos uno nosotras para todos los plastas fit, ¿no os parece?

El mensaje puede ser algo así como:

«Hola como yo no soy la mamá de nadie, ni la mujer de ningún señor, porque hasta ahora aunque tengo familia no he perdido mi identidad. Y veo que te preocupas tanto por mi, he decidido que quiero ayudarte yo a ti. Y que pases a ser familia de Croquetalife.  Somos una secta, pero más gorda.  Lo que has de hacer es comer croquetas una vez a la semana y esa noche follar como si no hubiera un mañana para quemarlas, y así al día siguiente estarás tan happy que  no tendrás que ir buscando gente para venderle tus consejos de mierda que no te han pedido. Y con todo lo que te ahorras en sobres, te compras un Jimmy Choo, todo son ventajas.  Ah y gracias por seguirme, así aprenderás lo que es ser feliz de verdad, besis».

La cuestión es copiarse este mensaje en las notas de tu móvil, y cuando recibas la invitación o te siga uno de los de la secta de los happyfit, le copias la parrafada y listos. Luego si quieres lo bloqueas, pero oye, que se quede pensativo al recibirlo 20 veces al día. Y  se fastidien por pesados.