¿Odio a la humanidad o la humanidad es odiosa? ¿Es cierto eso de que la gente es gilipollas? ¿Soy un ser misántropo?
NO, no lo soy. Sí, la gente es muy imbécil. Pero como imbécil es un término que puede abarcar muchas cosas y sobre todo, es algo bastante relativo, creo que más bien, la respuesta a mis profundas reflexiones es que la gente ES MUY PESADA. La gente da mucho la pelmada y claro, acabas cogiendo manía a cualquiera porque tu paciencia tiene un límite, que no se estira, encoge.
GENTE PESADA, OS VAIS A RECONOCER Y VAIS A EMPEZAR A CAMBIAR. Que me duelen ya los ojos de hacer tanto ‘eye roll’.
1. Gente que solo habla de sí mismo.
Se suelen reconocer porque nunca preguntan ‘qué tal’ .
Conversación de gente maja: -Ey, hola!! Qué tal estás? – Pues muy bien, y tú? Qué tal tu perro?
Conversación de gente pesada: (no hay saludo) – Bua, tía, estoy súper cansada. -Bua, yo más. Mira, tengo zapatillas nuevas, que no me has dicho nada.
Da igual que no le veas hace una semana porque estabas de viaje de trabajo o que tu madre esté agonizando. Primero tiene que hablar de su yo y sus circunstancias y ya si eso te pregunta a ti por algo. Y así, todo el rato. Mantener una conversación es de lo más desesperante, si le pides su opinión sobre algo siempre será un «bueno, bien, pero el otro día me pasó que blablalbla».
2. Los monotema.
No es que hablen de sus cosicas y sus historietas variadas. No. Solo hablan de una cosa y no les saques de ahí porque se quedarán callados, como las vacas mirando al tren. Igual. Discos que se han comprado, festivales a los que ir, qué hacemos este findesemana, las cacas de su bebé, fulanito o menganita. Los temas pueden ser infinitos, pero solo uno para cada uno y ya.
3. Los quejicas
Siempre les duele algo, su jefe siempre les odia, siempre están cansados, no les gusta ningún plan, ningún sitio. No les gusta nada, van a leer esta frase y van a decir ‘jo, pero yo no soy así, ¿o sí? ¿por qué me odian? jooo’
4. Caras mohínas
No se quejan, no están todo el día lloriqueando, pero tampoco están contentos con nada. Les miras esa cara, gesto tristón, a veces parece que huelen mierda, compungidos, miradas perdidas. No les pasa nada, son así. Te dan ganas de agitarlos mientras les gritas ‘ya valeeeeeeeee, sonríe de una veeeeez’.
(Sí, quería usar esa palabra)
5. Gente que no suelta el móvil
Estáis tomando un café tranquilamente, tú hablando de tus cosas y mientras mira la pantalla, wasapea con otros compulsivamente, mira Instagram, twittea cosas como ‘Cafés con mi gran amiga @maria’ . Ojalá el café en tu cara y el móvil en el suelo.
6. Quedabienes
Que al final quedan fatal con todo el mundo. Les ves haciendo esfuerzos de contorsionista para quedar hasta con tres personas a la vez en diferentes lugares. Siempre tienen sonrisas y falsos halagos para repartir. Siempre te dirán que sí, aunque luego tendrán una excusa súper urgente para que sea un big NO.
7. Gente sosa por naturaleza
Yo llego a pensar que se esfuerzan en ser sosos. Nunca les apetece nada, se llevan bien con el mohín de tu grupo porque no les ofrece nada nuevo. Les propones planes pero siempre tienen una buena excusa para declinarlo. No leen, solo les gusta Coldplay y van al cine una vez al año a ver una comedia romántica. Las excursiones les cansan. Ir de finde por ahí les parece una misión de alto riesgo. Emborracharse es demasié para ellos. Una vez se compraron un rotulador fosforito.
8. Los ‘yo no como de eso’
No comen de nada. ¿Sushi? Está crudo. ¿Mexicano? Pica. ¿Chino? Buah, qué asco. ¿Pizza? Qué pereza ¿Nos vamos de pintxos? Es que me quiero sentar ¿Un bocata? Jo, qué cutre.
Mirad morrofinos, la vida no está para comer chuletón todos los sábados (aparte de que la vida está para probar cosas nuevas), así que os venís cenados de casa.
9. Esa gente que parece que sí, pero no
Les ves todos los sábados, pero solo de noche y según quién esté. Se les ve muy activos en Facebook y Whatsapp, pero luego no hablan en persona. Siempre se apuntan a todos planes, pero a última hora les surge algo ineludible. Te hablan de los muchísimos amigos que tienen, pero nunca los has visto. Tienen un poco de flipados, un poco de trolacas. Parecen que sí, pero no. A mi no me liéis, pesados.
10. Los profundos
Esa gente que cuelga frases de Paulo Coehlo, aunque no estén muy seguros de que sean suyas. Cualquier frase que empiece por: ‘la vida es aquello que….’. Libre, alas, escapar, caca. Lo colgarán en sus perfiles profundos. Gente sin humor, sensibles, extremadamente sensibles, la ironía no va con ellos, sufren por todos, reflexionan por todos, se mueren del asco por todos. Nos matan a todos de aburrimiento.
11. Gente pelma clásica
El clásico pelma es el de los chistes malos e inapropiados en momentos totalmente inoportunos. Cotilla, cizañero y a veces, pelín casposo de nacimiento. Es el pelma clásico, todos tenemos uno en nuestro entorno.
12. La cuchipandi pelma
Esa gente que por separada da la pelmada justa pero cuando se juntan son el infierno en la tierra. Son unos ‘sí, pero no’ en toda regla, chistes malos a tutiplén, quedabienes máximos. Pelmada extrema y en manada. Kill! Kill!
Bonus track: La gente que hace listas
María Escobedo, ya te vale. Lo sé. Soy pesadísima. Odiadme <3
