Beber en sociedad, bien. Emborracharse y caerse, mal. ¡Qué equilibrio tan complicado!
En esta vida, hay ocasiones en las que tenemos que darnos al bebercio para aguantar reuniones familiares ( o incluso de trabajo, quién sabe) . Por eso, emborracharse con elegancia se convierte en una habilidad imprescindible para sobrevivir en sociedad. O simplemente para seguir haciendo botellón, sin culpabilidad adolescente.
- ¿Se acabó el beber a morro? No necesariamente, pero requiere práctica y estilo coger la botella con gracejo, sin chupar demasiado, ni agarrar demasiado, ni hacer ruido, ni mojarse. El caso es parecer una diva harta de la vida que bebe a morro porque le da la gana y nadie más sabe hacerlo igual. Ya os decía que no es tan fácil.
- Olvida los vasos de plástico. En serio, ya no hace falta fardar de vasos de festivales. Cómprate unos vasos de cristal decentes. Es sabido que, para cubata, los mejores son los vasos de sidra. Si te gusta la copa de balón, allá tú.
- De hecho, cómprate unos vasos de esos de mueble bar de los sesenta, sí con filo dorado o unas copas de champagne de las antiguas, las bajitas y decoradas. Como siempre Etsy, Traperos y mercadillos parroquiales son tus amigos.
- Bebidas admitidas: Gin tonic (con una raja de limón y ya, evidentemente) o whisky. Cocktails preparados por un señor con pajarita. Vino. A mediodía, vermú. El resto de bebidas es que no sé ni por qué las tomáis normalmente. La cerveza siempre es bien, pero beberla con clase es complicado. BURRRP.
- No intentes hacerte el entendido en vino si no sabes. No hace falta saber de todo y, mucho menos, hace falta quedar como un paleto pretencioso. Limítate a dejarte aconsejar, beberlo y disfrutar.
- Convierte a la petaca en tu amiga. Una cosa es que seamos elegantes y otra ricas. Qué, madre mía, madre mía, el precio de los cubatas en algunos conciertos.
Bandelette con bolsillo para petaca, que la inventen ya. - Cállate cuando empieces a notar que solo vas a decir imbecilidades. Entrecierra los ojos, pon cara de interesante.
- En las reuniones familiares no hace falta ni que hables, limítate a beber y sonreír.
- Estar borracha elegantemente te permite ser más borde y condescendiente de lo que habitualmente eres. Vamos, saca tu yo interior. Estás borracha, ya te perdonarán.
- Cuando lo que notes es que el suelo está cada vez más cerca, te deseo que no lleves tacones. Agárrate a cualquiera y sonríe. No pongas cara de ‘ay, qué pedo voy’. Llama a un taxi y a dormir placenteramente. Despídete diciendo «hasta mañana, queridos».
- Piano bar, bares con paredes forradas de tela. Sitios dónde beben señores. ¿Afterwork? A ver. ¿Este post se llama cómo beber cuando no te gusta beber y solo lo haces porque eres un pseudomodernodemierda? ¿No, verdad? Pues no vuelvas a preguntarme este tipo de chorradas.
- Beber entre semana suma puntos si se hace bien. Nada de cañas a 1 euro. En vez de 6 cañas, tómate un buen cubata en una terraza. Y no subas una foto a Instagram.
- Una tarde tranquila en casa, unos discos y unas copas de vino, sentaos a hablar de la vida. Poco a poco, llegaréis a descubrir los misterios del universo y la solución a todos los problemas del mundo.
- Tarta & Gin tonic es maravilla. Vino y queso es amor.
- Las meriendas con un chorrito de licor son meriendas inolvidables.
DISCLAIMER: Tenéis que llevar una vida saludable, beber mucho está mal y caerse al suelo no es práctico.Las fotos son de la página de Facebook : Emborracharse con elegancia, que compila fotos de tan grata habilidad.
