Que lo digo y lo repito, ligar por aburrimiento debería figurar en el código penal.

En estos días de tinder y sucedáneos mi experiencia es la siguiente y os la traigo para ver si entre todos le echamos un poco de luz a la cosa.

Un día alguien te convence y te abres un perfil muy ilusionada/o o muy desconfiada/o según el prontuario de cada una/o. Pero ¡allí vamos!

El primer tiempo, que va desde un par de semanas o un par de meses, experimentamos una fase que me gusta llamar LUNA DE MIEL. Y tal como lo indica, pasamos un subidón emocional y de autoestima al ver la oferta disponible y a un solo deslizamiento a la derecha.

Porque no nos engañemos, a toda/os nos da un poquito de morbo, y se nos escapa una sonrisilla cuando aparece el MATCH.

Sales con uno, quedas con otro, te follas a un tercero y la diversión parece no acabar nunca. Y si éste es tu objetivo, pues el período de luna de miel puede durar un rato más. Hasta que te cansas, o hasta que no te contestan y te dejan en visto, o hasta que la diversión deja de serlo tanto, o hasta que la idea de que lo mejor está por venir se convierte en la evidencia de lo contrario.

Los que entramos con la simpática (y a veces ingenua) idea de conocer a alguien especial, tenemos, a veces una segunda fase, la de QUE ME LO QUITAN DE LAS MANOS.

Y si veníamos con la idea de que en esta época moderna de vida social limitada y tiempo aún más escaso, tanta oferta disponible parece realmente atractiva.

Y en esta etapa, a veces nos confundimos, o decidimos comenzar a explorar, y a cambiar nuestro perfil cada vez que la veleta de los vientos indica cambio de rumbo.

Hoy toca ONS (one night stand).

Hoy quiero relación formal.

Hoy mejor busco follamigo.

Hoy me he levantado con ganas de experimentar.

Y así ad infinitum.

La cosa es que, luego de un cierto tiempo, entramos en el HASTÍO.

Te has pasado meses follando con la gente equivocada, encontrándote con ligues que no se parecen ni de lejos ni con el ruido de los coches a su perfil, en chats que nunca se materializan en la vida real, en citas aburridas con tíos que no te acaban interesando ni gustando, o en ilusiones que se truncan antes de tiempo.

Y en algún momento dentro de esta montaña rusa te enfadas y cierras la aplicación de un portazo jurando cual Escarlata que jamás volverás a pasar por eso.

Pero somos seres débiles. Y eso de recibir una atención de mentirijilla y que alguien te salude con un “buenos días guapa” por la mañana o te deseen las buenas noches con un beso termina enganchando. Y caemos nuevamente. Y con la cabeza gacha, disimulando y sin hacer mucho ruido, volvemos al lío.

Y así señores se llega a la siguiente etapa: LIGAR POR ABURRIMIENTO.

Ya nada reluce como antes, ni nada te conmueve como al principio, si a veces hasta follar no tiene el mismo brillo, y cada vez que has de explicar tu historia te da TANTA PEREZA que sueltas una versión resumida con desgano que no atrapa a NADIE.

Esta espiral de frustraciones encadenadas te va llenando de sensaciones de MIERDA. NADIE puede querer ligar así, y desde luego nuestro MATCH huirá despavorido.

No sé cuál es la siguiente etapa.  Solo he llegado hasta aquí.

Yo le estoy poniendo fichas a SE CONOCIERON DE CASUALIDAD Y FUERON FELICES PARA SIEMPRE, pero también me mola Y CERRÓ LA APP DIGNAMENTE Y APRENDIÓ A SER FELIZ  SIN ELLA. Díganme la/os más experimentada/os que viene una de estas ¡por favor! Y que lo de ligar por aburrimiento es una etapa corta y llena de aprendizajes.

O mátenme y escriban en mi lápida: ANTES MUERTA QUE ABURRIDA.

LuOnTheFlow