Hoy hace un día espléndido ¿no creéis? En realidad, todos los días lo son a priori, normalmente se van fastidiando a medida que avanzan y (muchas veces) a medida que otros individuos se cruzan en nuestros caminos. Pero por regla general, las personas, cuando viven sus vidas tranquilamente y sin hacer daño ni meterse con nadie, podemos gozar de maravillosos días, en los que los pajarillos cantan y las nubes se levantan y todo es de color rosa algodón de azúcar hasta que llega uno de esos pajaritos y se te caga en la cabeza.

Algo parecido ha tenido que pensar esta semana Teresa Rodríguez, la coordinadora de Podemos en Andalucía cuando un pajarraco maleducado y odioso ha decidido insultarla en su twitter llamándola VACA, haciendo referencia a un aumento de peso de la política. Este aumento de peso tiene como razón su embarazo, ya que tendrá un bebé en febrero, pero aunque fuese consecuencia de las cañas y tapas que nos tomamos todos en verano a usted señor ¿QUÉ LECHES LE IMPORTA A ESTE “CABALLERO” EL FÍSICO DE ESTA SEÑORA?

Pero Teresa debió verlo especialmente preocupado y decidió responderle. Muy educadamente. Yo no sé cómo lo consiguen, porque a mí me saldría la Princesa del Pueblo que todos llevamos dentro (admitámoslo, todas, hasta las lindas y coloridas princesitas) y le mandaría a freír algo más que espárragos. Pero Teresa no, ella le respondió tranquila y relajadamente para que el pobre señor no se quedase con dudas.

A mí el zasca me parece de premio que queréis que os diga. Sobre todo por la defensa de las vacas, que para mí son las más adorables del mundo animal (junto con los elefantes).

Pero en serio, ¿por qué? No, de verdad. ¿Qué mueve a una persona adulta a hacer esto? Ya sé que es el pan nuestro de cada día y más aún de las denuncias de Weloversize, pero entendedme, porque por muy hater que seas de una persona en concreto o por muy en contra que estés de sus ideas, hay líneas que todos deberíamos tener claro que no se deben cruzar. Y más si estamos hablando de una persona que está embarazada.

Hay que decir que prácticamente todos los comentarios del tuit de Teresa fueron de apoyo para ella, pero también es verdad que, el tema del peso como insulto y el body shaming se extienden incluso entre las mujeres embarazadas. No voy a excusarlo en otras situaciones porque JAMÁS está permitido meterse con alguien por su aspecto pero decirle a una embarazada que ha cogido peso es como intentar criticar a un pájaro por que vuela.

 

No todas las embarazadas aumentan peso al margen de lo que va creciendo el bebé, hay mujeres que sí y otras que no, cada cuerpo como decimos siempre es un mundo, pero es de lógica que un cuerpo que se está preparando para alimentar, llevar y criar a otro ser OBVIAMENTE va a sufrir una transformación para dar cabida a la nueva vida.

Yo, realmente pienso que este hombre lo que quería era insultar a Teresa Rodríguez por insultarla y que lo más fácil para él fue llamarla gorda (es que hasta para meterse con alguien hacen falta las neuronas) pero sí que es cierto que aunque resulte incomprensible, muchas mujeres (famosas y mortales) sufren ataques por cómo sus cuerpos se van transformando a lo largo de la maternidad.

Son muchos los ejemplos de celebrities que durante sus embarazos han cambiado de aspecto y a las que les han llovido las críticas por ello. Jessica Simpson, Hilary Duff, Kim Kardashian (Kim cariño, siempre te acabo nombrando), Hayden Pannetiere o Salma Hayek son solo algunos ejemplos, aunque podríamos señalar muchos más.

Es gracioso. La sociedad sigue empujando a las mujeres a que tengan hijos, ya que se sigue pensando que una mujer sin descendencia nunca llegará a realizarse como mujer (…diosito mio dame paciencia) pero cuando muchas se quedan embarazadas las criticamos. Y no a todas llamándoles gordas, sino que hay muchas que reciben críticas incluso cuando casi no cogen peso y continúan haciendo ejercicio. Por ejemplo Jessica Alba que subía vídeos de sus entrenamientos mientras estaba embarazada o Sarah Stage, quien durante su embarazo subía fotos en su instagram que se llenaban de críticas porque aún estando embarazada seguía teniendo abdominales y apenas se le notaba la barriguita.

¿En qué quedamos?

Como siempre, son todas formas de mantener el control férreo sobre el cuerpo de las mujeres y lo que se supone que es el “cuerpo perfecto”. Es como si nos dijeran “¿Te has quedado embarazada? Menos mal, ya era hora, pero ¡oye! cuídate, no sea que en el proceso de formar un nuevo ser, pierdas tu cuerpo normal, engordes, te salgan varices o estrías y te pongas fea. Tu embarázate y que se te note, pero no mucho. Mantén un cuerpazo 10, bueno, no tan 10, mejor 9,5 porque claro, ¿cuidarte y hacer ejercicio embarazada? Dónde vas loca del diablo, tienes que parecer embarazada, pero sin pasarte.”

 

Qué pereza. Menos mal, que, con respuestas como las de Teresa  vamos poco a poco aprendiendo que hay que pasarse las opiniones no deseadas por la peineta, siempre con educación y respeto (aunque los que opinan no los tengan). Así de simple, fácil y sencillo para poder seguir disfrutando de la vida, de los pajaritos cantores y de las nubes que se levantan. Porque hay muchas maneras de vivir siendo una mujer y ninguna es más perfecta que otra. Y más aún, nadie puede decirnos cuál escoger.

Marta Álvarez.