Las gordas molamos. O al menos eso dicen siempre las pelis. Somos la amiga graciosa, la divertida, la que sirve para ahogar las penas. Pero somos mucho más, ¿sabes que me enseñaron algunos curvy personajes? Apunta y no dejes de aprender:

  1. Que hay que aceptar lo que eres, solo así “gorda” será una palabra y no un insulto. “Tú puedes llamarme Amy la gorda”, grande Rebel Wilson en Dando la nota.
  1. Que el guaperas puede enamorarse de ti, porque qué es eso de juntar gordos con gordos y delgados con delgados. ¡Que esto no son las cartas de las familias a las que jugábamos de pequeñas! Rae lo aprendió a regañadientes en My Mad Fat Diary y todas terminamos de enamorarnos de Finn (si aún no la has visto, Elena ya te contaba lo buena que era en 2014)
  2. Que la vida es demasiado bonita como para aislarte por tu talla. En este caso fue John Travolta en Hairspray quien salió de su jaula y volvió a disfrutar de lo que el mundo nos brinda. ¡A tomar por saco los complejos e inseguridades!
  1. Que puedes ser lo que quieras, le pese a quien le pese. Y si Melissa McCarthy puede ser espía en Spy, tú puedes ser modelo o tornera fresadora. Visualiza haciendo lo que te gusta y lucha por ello. Al resto, que le den.
  2. Que puedes hacer de tu pasión tu modo de vida. Reconozco que tengo sentimientos encontrados con Mónica, de Friends, en cuanto a su gordura. Por un lado nos presentan a una gorda infantil, insegura e incapaz de comerse un colín que solo comienza a gustar cuando adelagaza; pero por otro es capaz de convertir su amor por la comida en su trabajo (y con éxito), así que pin para ella.