Estas navidades tenía muy claro cuál era el regalo que más ilusión me hacía: un Fitbit. Mis compis de weloversize hablaban maravillas de este aparatito y tenía unas ganas locas de enchufarme el Fitbit y empezar a moverme.

¿Qué es Fitbit? Pues es una pulsera biométrica que llevas en la muñeca durante todo el día y además de servir como podómetro, mide tu actividad física, la calidad de tu sueño o las calorías que quemas. Hay muchos tipos de dispositivos con estas funciones, unos con más prestaciones y otros con menos. Aclaro que este no es un post patrocinado, solo os hablo de mi experiencia con el modelo que tengo: el Fitbit Alta.

Alta-Lineup

Mi objetivo principal para usar Fitbit es adelgazar. Sin medias tintas. Lo tenía clarísimo. Desde que tengo uso de razón siempre le he pedido a la vida adelgazar. Qué aburrimiento de vida y de cuerpo. Alternando épocas más flacas con épocas más gordas, combinadas con periodos a dieta y otros en los que todo vale.  Momentos en los que te da por volverte la loca en el gimnasio y otros en los que no te mueves del sofá. La historia de mi vida.

giphy

¿Y qué he aprendido durante este mes usando Fitbit? A llevar un equilibrio y un control mucho más real entre las calorías que como y las que consumo: 

  • Durante una jornada normal en mí día a día consumo más calorías de las que pensaba. Un día totalmente normal incluyendo curro, metro de aquí para allá, niños, parque, compras, etc. doy aproximadamente 10.000 pasos lo que supone quemar unas 2.300 calorías. ¡Olé yo!

    Mi panel en un día normal
    Mi panel en un día normal
  • Haciendo deporte no consumo tantas calorías como pensaba. Siempre andaba agobiada pensando que no hacía nada de deporte y que por eso no adelgazaba y en realidad he descubierto (¡alma de cántaro!) que me estaba pasando con la comida que ingería.giphy (2)
  • Que lo que de verdad es horrible son los domingos en casa sin mover un pie. Por poco que coma, si estoy todo un día completo sin dar ni un paso es muy complicado cumplir mis objetivos.
  • Entre semana, con todo el tute que llevo entre el curro y los niños, me basta con llevar una dieta de alrededor de 1.600 calorías para compensar mi gasto calórico e ir perdiendo peso a un ritmo saludable.giphy (1)
  • Que mi mayor problema lo tengo los fines de semana al tener una actividad mucho menor.
  • Los días de sofá y manta tengo que compensarlos con algo de actividad física y aquí es donde recurro a una horita de deporte: elíptica, bicicleta estática, natación o ejercicios aeróbicos. Sin embargo este deporte extra que hago no llega a quemar demasiadas calorías (alrededor de 250), por lo que no puedo permitirme concesiones con la alimentación.

    Un domingo sin moverme, compensado con elíptica
    Un domingo sin moverme, compensado con elíptica
  • Que con la actividad que más calorías quemo es andando.

    On fire andando
    On fire andando

Por lo que mis conclusiones después de toda la vida a dieta son las siguientes:

– Cada día cuenta. No me sirve de nada ir dos días al gimnasio y el resto de la semana no mover el culo.

– Tengo que tener una actividad diaria, aunque sea ligera, como andar media hora cada día.

– El deporte, para adelgazar, está sobrevalorado.

 

Fotos de portada y texto: Fitbit.com