No solo de escribir vive la Loversizer, también leemos (y mucho, así de listas somos). Para celebrar Sant Jordi, el Día del Libro, San Jorge y las alegrías que nos dieron Cervantes y Shakespeare, hemos recopilado aquí nuestras lecturas favoritas del último año. Especial mención a los maravillosos libros publicados por jefas y colaboradoras.
Y LOS QUE VENDRÁN.
Lara Serodio
Uno de los libros del último año que más me ha gustado ha sido «Heima es hogar en islandés» (Neo Plataforma 2015) de la joven autora catalana Laia Soler. Es su segunda novela y tiene una prosa envidiosa. Heima es especial no solo porque te ata a sus páginas sino porque te permite recorrer otro país en un viaje mágico y fascinante. La recomiendo, la novela y a la autora (que acaba de publicar su tercer libro) porque creo que hay que confiar en autores jóvenes de aquí, y Laia lo tiene todo para triunfar con una gran carrera. Takk Laia!
Carla Potter
Perra de Satán
«Gordifuckingbuena»: yo no pude leerlo «de un atracón» como mucha gente ha hecho con este libro. Yo he ido leyendo trocito a trocito, de forma desordenada, según me lo iba pidiendo el cuerpo, cada vez que necesitaba encontrarme conmigo misma para recordarme quién soy, qué quiero y por qué escribo en esta página.
Danae Navarro
«Jane Eyre» de Charlotte Brontë: simplemente la forma en la que está escrito cala hondo. Es crudo, es directo y se plasma el amor sin romanticonadas baratas. Llorera asegurada.
«Contra aquellos que nos gobiernan» de Tolstoi: libro muy actual a pesar de escribirse en 1900. Lleva a la reflexión y a ver la realidad desde otro prisma.
«Una palabra tuya» de Elvira Lindo: una historia aparentemente sencilla, pero no lo es ni mucho menos. Emotiva e irónica, de esos libros que te lees en pocos días pero que te deja una huella muy profunda.
«El fantasma de la ópera» de Gaston Leroux: inquietante, te hace mantener la vista fija en las páginas.
«Douglas Adams»: es el libro ideal para desconectar. No pasas una hoja sin Reírte.
Ana Láctea
Mireia Clavero
‘Todo queda en casa’ de Alice Munro. Poco puedo decir de esta mujer. Leer algo de Munro es de lo que mejor te puede ocurrir, sus relatos te hacen sentir, emocionarte y te lleva por su mundo y sus historias de una forma increíble. ‘Todo queda en casa’ es una recopilación de algunos de sus cuentos. Munro es imprescindible.
‘Lo que aprendemos de los gatos’ de Paloma Díaz-Mas. Es una preciosidad, (para los amantes de los gatos sobre todo, claro). Lo que he lloradl con estas páginas no lo sabe nadie. Narrado de una forma preciosa, cuenta lo que los felinos nos dan, lo que cambia tu vida aprender a querer a un animal.
‘Mi chica revolucionaria’ de Diego Ojeda. Va directo al corazón, te lo agita, te lo bambolea y te lo trata de volver a poner en su sitio. Alma arañada.
Beatriz Romero
Ahí va la loca de los cómics.
«Aunque el primer volumen de «El árabe del futuro» no es de este año, he tenido que volver a releérmelo (encantada) porque tenía que refrescar las cosis para meterme de lleno en el segundo volumen.
Este tebeo se está convirtiendo en un hype por su actualidad y toda la curiosidad que despierta la situación en Oriente. Pese a ser autobiográfico narra a la perfección lo que supone ser árabe (musulmán) en el mundo globalizado. Es una joyita.»
«Daniel Clowes está mi Olimpo de personas que molan mucho y que abrazaría hasta la asfixia. Su última (y esperadísima) obra «Paciencia» no podía defraudar: viajes en el tiempo locos, venganza y amor, todo lleno de color y ese toque de nihilismo inquietante tan típico del mundo Clowes lo convierten en imprescindible».
María Escobedo
«Nobles y rebeldes» de Jessica Mitford. Ed. Libros del Asteroide. Si las Mitford viviesen hoy en día no habría suficientes realities ni revistas para hablar de ellas. Primero conocí a Nancy que a través de sus libros criticaba y descuartizaba con gracia la clase alta inglesa de la que provienen. Y hace un año, llegó, por fin, la autobiografía de Jessica, mi Mitford favorita. La rebelde, activista que se casó con su primo para huir a España a luchar en el bando republicano y acabar en Estados Unidos buscándose la vida de cualquier manera. Así, en resumen, pero es que las Mitford son mucho y cada una más chalada que la otra.
Andrea Núñez
Me ha resultado IMPOSIBLE elegir. Mi libro favoritísimo del mundo mundial, claro, es «Gordifuckingbuena», de nuestras top-jefazas. Ya lo he dicho mil veces: es el libro que me hubiese encantado leer cuando tenía 15 años y sufría por las esquinas por no sentirme igual a la mayoría. Es un must en cualquier estantería porque es como un bestie que siempre estará ahí para echarte un cable cuando te sientas pachucha: lo coges, lo lees un poquito y las cosas se ven con otros ojos.
Agnes Deer
Teresa Díaz
He elegido «Los besos en el pan», de Almudena Grandes. Soy incondicional de esta autora pero es que además en este libro nos describe a todos, describe nuestro presente más reciente, nuestra infancia, las lecciones que nos transmitieron nuestros abuelos. Y, de ellas, reivindica sobre todas la alegría de vivir en medio de la pobreza, de ser pobres pero dignos.
Liza Peter
Una de mis autoras favoritas de este año es la inigualable Elísabet Benavent, comprar sus libros es un vició de esos demasiado buenos como para no llevarlos a cabo. Y después de la señorita Valeria con Silvia no iba a ser diferente. De nuevo Beta Coqueta consigue enamorarnos, la trilogía de mi elección la devoré en menos de una semana, sobra decir que lo sugerente que es sexualmente hablando engancha el doble de lo normal».
Y ya que íbamos por la línea sexy, este año no podía faltar mi amado «Trazos de placer» de Elena Montagud, otra trilogía basada en el amor sensual que nos lleva a tener mil y una fantasías pervertidamente suculentas.
Marina Pinilla
«Los renglones torcidos de Dios»– Cuando empecé este libro supe que se iba a convertir en uno de mis favoritos de todos los tiempos. Lo que más me gustó fue la manera que tiene el autor de presentarte a los personajes “secundarios”, que son pacientes de un hospital psiquiátrico. Cada uno me resultó más conmovedor que el anterior, lloré con ellos –y reí– como si les conociese de toda la vida, sobre todo con Ignacio Urquieta. Además sale Zamora de refilón y me salió el orgullo provinciano.
«Un antropólogo en Marte y El hombre que confundió a su mujer con un sombrero» – Los dos libros tienen algo en común (además del autor), describen varios casos clínicos reales, por ejemplo un pintor que padece acromatopsia –incapacidad para distinguir los colores– pero que ha aprendido a vivir con su patología por amor al arte (nunca mejor dicho). Leí estos libros por curiosidad científica y me enamoré, te demuestran en cada párrafo que un trastorno neurológico no tiene por qué impedir que logres tus sueños.
«GordiFuckingBuena» – ¿Qué voy a decir de él que no se sepa? Es el libro que me hubiese gustado leer en los días tristones de mí adolescencia –cuando más lo necesitaba–, y aunque ha llegado a mi vida en un momento en el que me tengo requeteaceptada, me ha abierto dos puertas, una en el corazón y otra en la cabecita. Es, en definitiva, una carta de amor a las personas más importantes del mundo, nosotros mismos.
Ceci Wallace
Cómo no podía ser de otra manera, sin duda mi libro favorito del año es «GordiFuckingBuena», de Elena y Rebeca. Para las que no tenemos una talla estándar, como yo, y hemos vivido siempre acomplejadas por nuestro peso, creo que esta lectura es totalmente necesaria. Y no sólo para las gordas, sino para todas las mujeres, ya que a todas nos han hecho sentir mal por algo de nuestro físico alguna vez en la vida, ¿o no? Hay partes incluso que me hicieron emocionar, ya que muchas vivencias y situaciones de las que cuentan las he vivido yo y ojalá hubiese existido este libro cuando era adolescente… Sin duda es un gracias rotundo a las autoras.
Srta. Blume
«Nadie avisa a una puta» de Samanta Villar, me gustó porque me ayudó a ver y comprender la realidad del mundo de la prostitución. Si ya me gustaron sus reportajes en «21 días», con este libro terminó de enamorarme. Es una máquina.
Mirella González
Yo escojo «Not That Kind of Girl» de Lena Dunham. Me gustó porque a pesar de odiar a Hannah (el personaje basado en sí misma) pude descubrir que Lena se parece sin ser igual. Sentirme a veces identificada con sus historias de infancia y adolescencia y reconciliarme con ella para siempre.
Mariella Villanueva
Beigbeder es uno de mis autores favoritos: tiene una gran capacidad de ser irreverente, íntimo, sensible y cerdo, todo al mismo tiempo. ¿Mi frase favo del libro?
«Pero esta vez es tu lengua la que me interrumpe y todos los violines de todas las más hermosas películas de amor sólo son un escupitajo de miserables chirridos comparados con la sinfonía que suena en mi cabeza.
Y si os parezco ridículo, que os den por saco.»
Sol Aguirre
«Noches sin dormir» de Elvira Lindo, me ha encantado. Porque su primera persona es natural y sincera. No busca florituras en este diario en el que relata su último invierno en Nueva York, esa ciudad que yo adoro y ella, en ocasiones, detesta.
«También esto pasará» de Milena Busquets, sobre el duelo por la muerte de una madre; «La noche soñada» de Màxim Huerta, un dibujo maravilloso del vínculo entre una madre y su hijo; «La maravillosa vida breve de Oscar Wao» (Pulitzer, 2008) y «Así es como la pierdes», ambos relatos de Junot Díaz sobre los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, son otros de mis amores literarios de este último año.
Y de «Gordifuckingbuena» contaros que no es una lectura solo para gordas. Todas Y TODOS, en algún momento nos queremos menos de la cuenta y necesitamos que alguien nos recuerde que SOMOS LO PUTO MÁS. Eso es lo que hacen Rebeca y Elena desde su libro rosa y maravilloso.
Ana López
«Donde viven los monstruos» de Maurice Sendak.
Si tuviese que elegir un libro atemporal ( y al que le tengo especial cariño, ya que mi madre me lo leía de pequeña) sin duda sería este. Ya no sólo por lo maravilloso que es ver una y otra vez las ilustraciones de Maurice Sendak, sino por lo sencilla y universal que es la historia, cuya moraleja da que pensar tanto a niños como a mayores. Yo lo relee cada poco tiempo y cada vez me gusta más.
Y recordad, amichis: LEER NOS HACE LIBRES.
“Fue lectora voraz desde muy corta edad, con los peligros que esa costumbre conlleva.”
― Isabel Allende, Ripper
