Ya sabéis que soy una acérrima defensora del postureo y de las redes sociales. Sacarme selfies, explorar fotos con la silla de ruedas, posturear en general, me ha ayudado muchísimo a trabar en mi autoestima.

Pero tenía una última frontera que explorar: Tik Tok, antes conocido como Musica.ly.

500 millones de usuarios activos y subiendo: la historia detrás de ...

Siempre había visto vídeos vacios e insulsos de prepubers realizando bailes de 15 segundos para los que no hacía falta tener ni talento… Pero nada más lejos de la realidad.

Antes de la pandemia, me lo instalé por testearlo y apenas lo usé. El contenido que me mostró a priori no me interesaba para nada. Los creadores de contenido eran muy pequeños y no me identificaba con nadie.

Pero durante la cuarentena… uis… esas horas muertas clamando por un pasatiempo hicieron que le diera otra oportunidad a ésta nueva red social. Y BENDITA OPORTUNIDAD.

Resulta que el algoritmo que sigue Tik Tok es de los más avanzados en inteligencia artificial, siendo la red social que más invierte en esta IE, y si le dedicas un poco de tiempo al principio, enseguida capta tus intereses y te empiezan a salir vídeos más compatibles contigo, dónde se han creado verdaderas comunidades en las que te sientes aceptade y comode.

Además, gracias al espeluznante crecimiento que está viviendo, Tik Tok fomenta muchísimo a los creadores de contenido pequeños y, si te animas a subir un vídeo, es MUY FÁCIL que se viralice. Antes de llegar a mis primeros 1.000 seguidores, tuve varios vídeos que sobrepasaron las 15.000 reproducciones.

Es una app que fomenta la impulsividad, tanto para subir contenido como para estar consumiéndolo por horas y comentar con extrema facilidad (cosa que puede ayudar a los haters a esparcir su hate, pero también a los lovers a dejarte sus corazones)

Conclusión: La generación Z viene pisando fuerte y es gente que tan pronto te hace un bailecito con una canción viral como que salen a protestar a las calles hasta que el presidente de EEUU o acosan a violadores con emojis hasta que cierran sus cuentas. Por no hablar de que es la generación más LGBT friendly.