Hace poco me llamó la atención un estudio que analizó a 562 adultos solteros e identificó características comunes en grupos. Medía sus niveles de satisfacción con la vida en base a varios ítems: relaciones y cercanía con amigos y familiares, autoestima, estrés y autopercepción de la salud.

Compartí el artículo con algunas amigas solteras y esperé a que se quejaran por el millonésimo intento de clasificar y etiquetar a la gente. Lejos de eso, se lo tomaron con humor y se incluyeron en uno o varios grupos. Si tú también te has preguntado qué tipo de persona soltera eres, tal vez te encuentres en alguna de estas categorías.

1. La feliz y despreocupada

Son personas solteras que tienen buena salud, poco estrés y alta autoestima. En total un 19,2% de los encuestados del estudio. Son los que más a gusto se encuentran con la vida, y tienen familiares y amigos que le proporcionan relaciones sanas y significativas.

Mi soltera feliz y despreocupada: Sara

Mi amiga Sara se identificó con este grupo. Hasta los 38 vivió feliz soltera, sin que le faltaran planes con amigos y familiares. Siempre cuidó mucho sus relaciones y recibió un feedback proporcional. Era feliz y había logrado lo que la mayoría del grupo jamás consiguió: estar bien con ella misma sin que nadie tuviera que “completar” su bienestar.

Hace unos meses comenzó una relación con un hombre del que se ha enamorado como una quinceañera, porque es su primer novio formal. Dejo para otro día las reacciones que ha despertado este encoñamiento crónico en el grupo de amigas…

2. La que se lamenta por su vida social

Este grupo reúne a un 24,7% de los solteros del estudio: personas con alta autoestima, poco estrés y buena salud. Se llevan bien con su familia, pero las relaciones de amistad no les resultan tan cercanas ni les aportan mucha satisfacción.

Mi soltera quejica por su vida social: Maribel

Terminó su relación hace poco menos de un año. Su pareja la dejó porque, supuestamente, se había apagado la chispa… hasta que terminó confesándole que se había enamorado de otra persona. Un clásico.

No le cuesta hacer amigos ni planes, pero no cree que esas relaciones sean lo bastante profundas. Se tuvo que volver a casa de sus padres mientras reorganiza su vida, así que ahora necesita planes diarios para buscar su propia intimidad. Para eventos siempre hay alguien, pero para días largos de conversación no tanta.

Tiene alta autoestima y sabe que no va a precipitarse a una relación hasta que no lo vea claro, pero reconoce que la vida en pareja le daba satisfacciones que ahora no tiene. Le gustaba sentir que cuenta con una compañera de vida con la que tiene afinidad y complicidad.

3. La que sufre en silencio

Es el grupo mayoritario, teniendo en cuenta que hay un 27,6% de encuestados en él. Son personas a las que les va bien porque tienen relaciones fuertes de amistad y en el entorno familiar. Sin embargo, por dentro les bullen los efectos del estrés y la baja autoestima. Por eso tienen una satisfacción con la vida solo moderada.

Mi soltera sufridora en silencio: Mariló

Una de mis amigas se reconoció dentro de este grupo. Hace poco salió de una larga relación con una ruptura bastante tormentosa. Era la segunda vez que le pasaba, pues ya había estado mucho tiempo con un hombre con el que llegó a casarse, pero del que separó solo un año y medio después.

Ella es reservada y no se abre con facilidad. Ha empezado a salir con otros círculos porque la mayor parte de mi grupo está en otro momento vital, con maridos e hijos, o vive fuera. Prefiere llevar las cosas con estoicismo para ella misma, aunque sabe que cuenta con nosotras para desahogarse cuando lo necesite.

Mujer hace gesto de silencio

4. La que cree que los otros son el problema

En este grupo hay menos de un 3% de personas. Una pena que haya tan pocas, porque, al parecer, se quieren mucho, no tienen estrés, tienen buena salud y una satisfacción moderada con la vida. Lo único que fallan son sus relaciones con familiares y amigos, especialmente estos últimos, pero, en vista de lo anterior, es posible que vean que el problema está fuera y vivan en paz con ello.

Mi soltera “son los demás, no yo”: Pepa

Ella lo tiene claro. Tiene un buen puesto en la Administración, vive sola y disfruta con cualquier plan, sola o con gente, ya sea ir al gimnasio, ver una serie o salir de fiesta. Se ha acostumbrado tanto a su vida y a sus normas que los últimos intentos de convivencia con parejas no salieron bien, aunque de inicio había una afinidad prometedora.

Es consciente de que cada vez le va a costar más ceder espacio y costumbres, y ya se ha planteado ser madre soltera. No quiere renunciar a ello y no cree que necesite un hombre para vivir la cree que será la experiencia de su vida.

5. La que cree que ella es el problema

Hay cerca de un 17% de personas en esta categoría, que está en el lado opuesto del grupo anterior. Creen que tienen malas amistades, malas relaciones familiares y una autoestima baja, así que experimentan un estrés alto que afecta a su salud. Están poco satisfechos con la vida por sus propias creencias y autoevaluaciones, así que, probablemente, necesiten terapia urgente.

Mi soltera “yo soy el problema”: Sofía

Pasó por esto, fue a terapia y hoy se encuentra en su “prime”. A la pobre se le juntaron varias crisis en una sola, lo que supuso toda una catarsis: sin trabajo, sin ahorros y en plena ruptura con una persona que no la valoraba. A día de hoy, ve el episodio como un punto de inflexión que era necesario vivir. Un acicate que lo removió todo y la puso en marcha hacia una nueva y mejor vida.

Realizó un ciclo de FP, encontró trabajo en su sector, pudo volver a independizarse y amplió su círculo de amistades. Hizo cambios que la ayudaron a desmontar lo que no dejan de ser creencias negativas: que no tiene muchas relaciones de amistad significativas y que no es lo bastante válida. Si las tiene y sí lo es, solo tenía que cambiar el ángulo de visión para verlo.

6. La que tiene amigas, pero no es suficiente

Es un perfil mixto con el que se identificaron el 8,7% de las personas del estudio del que vengo hablando. Tienen relaciones de amistad decentes, pero sus relaciones familiares son insatisfactorias y su autoestima baja, además de tener mala salud y mucho estrés.

En definitiva, tienen dificultades con las relaciones sociales y, por todo lo anterior, una satisfacción baja con su vida. Apunta a que son personas también muy necesitadas de terapia, pero, ¿quién no lo está?

Viendo lo diferentes que somos unas de otras, quizás seis categorías son pocas para describir a los tipos de personas solteras. Seguramente, cada cual transita entre un grupo y otro según el día y la hora. Englobar a las personas en un lugar u otro puede no tener interés, pero sí identificarse con un grupo y plantearse lo que puede haber detrás de esas malas sensaciones. La insatisfacción puede ser un motor de cambio.

Esse