Os voy a contar mi historia que me pasó hace algún tiempo. Ahora llevo tiempo sin usar tinder ya que he conocido a un chico con el que he empezado a salir pero durante un par de años, desde que lo dejé con mi ex, que usaba tinder frecuentemente.

Tuve de todo, tíos majos pero que en persona no me cuajaban; tíos que sí pero no, pero que sí y al final desaparecían; tipos raros y tipos con los que después de varias semanas al final los sentimientos no surgían y mejor no perder el tiempo.

Como tuve bastantes, por no decir muchos, encuentros con tíos, me di cuenta que cuanto más foto de chulazo, marcando bíceps y posturitas sexys más decepción en la realidad, yo siempre había descartado aquellos perfiles que venían sin foto pero un domingo aburrida me dio por darle a un Marcos 26 a ver qué tal.

Al cabo de los días, a mediados de semana más o menos, me hizo match y empezó la conversación, al principio tampoco es que me motivara mucho hablar a alguien sin rostro pero poco a poco me fue enganchando la conversación y tras una semana y pico decidimos quedar a tomar algo (no me envío ninguna foto, ni nada).

 

Estaba bastante nerviosa y deseando que no fuera un troll. A ver, no me acribilléis, que el físico no lo es todo pero joer, ¡algo te tiene que atraer! Total, que me puse arreglada pero normalilla y cuando llegué al bar e hice un barrido con la mirada el corazón se me paró.

Mi eterno crush, mi amor platónico de adolescencia, mi obsesión teenager estaba sentado en una mesa mirando el móvil. Volví a mirar a ver si había algún otro chico esperando una posible cita pero no. “¡No puede ser!”. Me sonó el móvil y ahí estaba: el mensajito de tinder de “estoy ya en el bar, para que no te equivoques de chico, llevo puesta una camisa de cuadros ;)”

 

¡No-pue-de-ser!

Cuando quise darme cuenta, Marcos -Oh si, Marcos, Marcos Ruiz, compañero de clase de mi hermana, tres años mayor que yo, jugador de básquet, tenía una perra yorkshire, Luna, estuvo saliendo con Patri de mi curso y luego con Silvia de un curso más. Su padre es dentista y su madre funcionaria, tiene 2 hermanos, Javier y Sofía, su cumpleaños es el 13 de diciembre y se fue a Madrid a estudiar ADE- estaba delante de mí  y con una sonrisa me dijo “eh! Alba, ¿no?”

Durante los primeros minutos me costaba hablar, estaba paralizada, me sudaban las manos y no sabía seguir la conversación de una manera amena. Veía como él se sentía algo decepcionado, ya que por el chat la comunicación había sido súper fluida hasta que mi cerebro dijo: “mira, díselo, porque esto va mal, y al menos así tenéis de que hablar. Así que me tiré al río y le confesé mi amor secreto por él desde primero de la ESO hasta pasado bachiller (dos años después de que se fuera a Madrid).

Se acordaba de mi hermana aunque yo no le sonaba de nada, pero a partir de ahí la cosa fue a mejor y, aunque esa tarde no pasó nada, he de decir que fuimos quedando varias veces hasta que nos liamos. Pero como suele pasar en estos casos, la idealización se pierde y el sexo dejaba bastante que desear, además que había cosas que no me gustaban… total que se acabó.

 

PD: repetí tres veces eso de darle like sin foto y dos fueron mal (pero que muuuy mal) y la tercera un chico muy majo pero que seguía súper enganchado a su ex y de hecho creo que volvieron.

 

Así que, loversizers, ¡nunca se sabe quién puede estar detrás de un perfil sin foto de chulazo!

 

Anónimo