ME ACOSTÉ CON MI AMIGO GAY Y FUE EL MEJOR POLVO DE MI VIDA

Hace un par de semanas salí de fiesta con mis amigos. Hacía un año que no follaba, y como mis amigos son así, salimos a celebrarlo como quien celebra un cumpleaños. Bueno, en realidad era un cumpleaños, el cumpleaños de mi sequía sexual. Yo qué sé chicas, la cosa está difícil. El caso es que decidimos emborracharnos e ir a un local a ver qué se cocía, y a lo mejor así acababa con mi mala racha. 

En este grupo estaba mi amigo Jose (no es su nombre real), al cual conozco desde hace ya varios años y con quien me llevo genial. Tenemos una amistad bastante íntima, hemos llegado a vivir juntos en algunos momentos de nuestra vida, nos hemos visto desnudos y por supuesto compartimos nuestros dramas amorosos y nuestras aventurillas sexuales. A él siempre le han gustado los chicos, y sus parejas siempre han sido hombres (quitando alguna novia que tuvo durante su preadolescencia). Vamos, que es súper gay. 

Y además de gay, es un chico muy guapo, de estos que te deja en el sitio cuando lo ves por primera vez. De todos modos, para mí siempre fue como un hermano y JAMÁS me lo hubiera imaginado como algo más que un amigo. 

El caso es que la otra noche, entre copa y copa, hicimos un pacto que consistía en tener que encontrarle un ligue al otro. El tiempo fue pasando y los dos seguíamos igual de solos que cuando llegamos. La verdad es que no había mucho donde elegir. No nos gustaba casi nadie, y los que nos gustaban ya tenían pareja. Eso sí, la bebida no faltó. Yo creo que hubo demasiada, porque llegado un punto Jose me propuso que, si no encontrábamos ningún ligue y nos íbamos solos de la discoteca, tendríamos que volver juntos a casa y acostarnos. Yo, con tremendo pedal que llevaba encima, le dije que sí. No sabía hasta qué punto hablaba en serio. Una parte de mí quería pensar que estaba de broma, pero por otro lado tampoco descartaba la idea de acostarme con él.

Iban a cerrar el local y me iba a ir a mi casa. Avisé a mis amigos de que cogería un taxi, y entonces Jose me dijo que se venía conmigo. Yo me reía y le decía que dejara de vacilarme, pero se subió conmigo al taxi. Los quince minutos que duró el trayecto me los pasé diciéndole que estaba loco y que no podía estar hablando en serio. Aunque quería comprobar hasta dónde era capaz de llegar.

Bajamos del taxi y me acompañó hasta el portal. Seguimos hablando un rato, subiéndonos la moral diciéndonos que valíamos mucho, aunque estuviéramos solteros. Y lo que al principio parecían piropos inocentes entre amigos, acabó convirtiéndose en un tonteo muy evidente. De ahí pasamos a hablar de qué haríamos si nos acostábamos juntos, de si sería incómodo o divertido. Y después pasamos a decirnos qué nos haríamos si nos acostábamos juntos. La cosa se calentó y mucho. Acabamos dándonos el lote en el portal y después subimos a mi casa.

Acabamos follando y fue el mejor polvo de mi vida, os lo juro. Vale, quizá el hecho de que llevase un año sin sexo influyó un poco en mi opinión, pero no hay duda de que mi amigo es muy bueno en la cama. Qué fluidez, que manejo de la lengua, de los dedos y de la herramienta. Fue un polvo muy completo, con sus partes más soft y sus partes más salvajes. Por no hablar de la complicidad y la comunicación que hubo en todo momento. De hecho, estoy segura de que esto fue la clave para que todo fuera tan placentero. Al final la confianza que teníamos de antes se vio reflejada en el sexo. Supongo que esto es lo que les pasa a las parejas que llevan bastante tiempo juntas y se conocen muy bien. 

Pero no todo iba a ser luz y color, amigas. Nos despertamos a la mañana siguiente, y aunque no hubo lugar para remordimientos (ambos estábamos muy contentos con lo que había pasado), decidimos no volver a repetirlo. Un polvo loco una noche estaba bien, pero ambos éramos conscientes de que llevar esa práctica con asiduidad podría dar lugar a confusiones y daños emocionales innecesarios. ¡Qué rabia me da! Me han puesto la miel en los labios, y ahora toca volver a la sequía sexual. Al menos espero no sentirme decepcionada con el próximo polvo, porque superar este va a ser realmente difícil.

 

Lovely Rita