A muchas personas les cuesta aceptarse tal como son.

No es un proceso fácil a veces mirarse en el espejo, hacer las paces con esa voz interior que nos lleva a criticarnos y alejarnos del todo de nuestro amor propio. Es imposible hablar de autoestima sin hablar de la importancia de aceptarnos tal como somos. Reconociendo que nunca seremos perfectas y que el amor propio no va de eso.

La autoestima es la relación que tenemos con nosotras, ese viaje emocional de aprender a cuidarnos, descubrirnos, respetarnos y valorarnos. No se trata de ocultar las cosas negativas que hay en nosotras, es el aprender a convivir con todas ellas y respetarlas.

Aceptarse a una misma es aprender a ser nuestra propia aliada. Estar para nosotras. Contar con una misma cuando nuestro mundo se derrumba. La aceptación propia es el compromiso de ser mi prioridad.

La aceptación es hacer las paces con nuestras sombras, el aprender a querernos desde un lugar más seguro. Cuando intentamos aceptarnos estamos en la disposición de velar por nuestro bienestar emocional.

La aceptación implica dejar de ser nuestras enemigas, dejar de juzgarnos. Es reconciliarnos con nosotras, perdonarnos y aprender a estar en paz con quien somos o aspiramos a ser.

 

Aceptarse a uno mismo no es ocultar nuestros defectos, están ahí y quizás se queden un largo tiempo a nuestro lado. La aceptación es ser consciente de aquellas cosas que necesitamos mejorar, sin presionarnos, sin críticas.

Es valorarnos tal como somos.

Es saber aplicar la autocompasión en esos momentos donde la vida se pone difícil de gestionar.

 

¿Qué te impide aceptarte tal como eres?

 

Alexa Dacier
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