Estuve con un chico 4 años, una historia bastante turbulenta. Hubo de todo: celos, cuernos, faltas de respetos continuas, lo dejábamos y volvíamos mil veces… Eso sí, nos quisimos mucho, aunque fuera a nuestra manera. Lo dejamos y perdimos el contacto totalmente. Nos bloqueamos en todas las redes sociales, así que hoy en día no sé nada de él.

Yo estaba muy enamorada, pero siempre pensé que no era guapo, que tenía una belleza poco convencional. Tenía unos rasgos muy marcados que le proporcionaban un atractivo singular: la nariz aguileña, la barbilla afilada, la frente pronunciada, el ceño fruncido, pelo castaño y ensortijado… Y ahora que Pedro Pascal está tan de moda me doy cuenta de que mi ex era clavadito a él.

¡Hasta con gafas de pasta son sexis!

¡Y no solo se parece físicamente! Veo los personajes que interpreta Pedro Pascal y no puedo evitar ver cosas de mi expareja en ellos.

En Juego de Tronos, que fue donde yo descubrí a este actor, la primera vez que lo vi, ya lo pensé, se parece a mi ex. Y no podía dejar de ver el capítulo sin verle a él en el papel de Oberyn Martell. Esa barba fina, ese bigote, esa cara seria e interesante, esa perversión en la cama, la bisexualidad… Era como si mi ex se hubiera convertido en La Víbora. ¡Hasta la túnica amarilla! Mi ex tenía un batín parecido para estar por casa.

 

Tras Juego de Tronos, llegó The Mandalorian, y en esta serie como a penas se le ve la cara pues no me supuso un gran sobresalto, aunque en todo momento sabes que el que está debajo de esa armadura es tu exnovio.

Pero fue llegar The Last Of Us y otra vez, ahí estaba interpretando a Joel, un tipo capaz de todo por sobrevivir y cuidando de una adolescente que parecía tener la clave para salvar a la humanidad. Otra vez el gesto serio, la fuerza bruta, la barbita sexy, el pelo canoso y la pinta de empotrador que tanto me gustaba de mi ex y tanto nos gusta de Pedro.

Ahora que Pedro Pascal es el actor del momento, que pone burras a la mayoría de las féminas, que a todo el mundo le parece extremadamente sexy, no puedo evitar pensar en que yo tuve a su doble en mi cama, y os aseguro que, si Pedrito es la mitad de bueno que mi ex, que suerte tiene la que lo pille. Mi ex era un capullo, pero en la cama era un maestro, las cosas como son.

Y ahora, casi diez años después de haberlo dejado con él, me imagino a una pobre chica empezando con él, pensando: “Wooo mi novio es el doble de Pedro Pascal”, posiblemente sin saber que es un manipulador, un egocéntrico y que se las va a hacer pasar canutas. Eso sí, en la cama no tiene rival.