Mi vecina tuvo hijos solo para que la cuidasen de vieja y así acabó la cosa
Es tan típico que parece un invento, pero el caso es que mi madre se ha resbalado en la bañera y se ha roto la cadera. Así que, aunque vivimos en el mismo pueblo, me la he traído a mi casa para cuidar de ella mientras se recupera. No porque yo sea la mejor persona del mundo, ni mucho menos. Ni tampoco por imposición, vergüenza o porque me lo haya pedido ni ella ni nadie. Lo he hecho porque es mi madre y porque la quiero y quiero que esté lo mejor posible.
Lo cual parece algo de cajón, si bien no siempre es así. Y me he dado cuenta porque, ahora que la tengo en casa, he sido más consciente de la situación de la mujer que vive en frente. Porque mi vecina tuvo hijos solo para que la cuidasen de vieja y así acabo la cosa como acabó, claro.
Conozco a esta señora de toda la vida, siempre ha vivido en el pueblo y tiene hijos de mi edad. De hecho, fui en clase con su hija y es por la relación que tuve con ella durante la etapa escolar que sé que nunca tuvo el más mínimo instinto maternal. Ni se cortó nunca en hacérselo saber a sus hijos, ellos siempre supieron que los había tenido con el único propósito de asegurarse de tener quien se ocupara de ella cuando fuera mayor.
Es cierto que me he formado esta opinión a través de las experiencias de su hija, pero lo digo igualmente. Esta señora es mala, de estas personas malas con avaricia. Se le ve en la mirada, lo que ocurre es que, de puertas para afuera, lo disimula bastante bien. Pero yo he estado en su casa, sé cómo trataba a sus hijos, las barbaridades que les decía entre dientes para que no le pudiera oír. Sé lo tóxica que era y lo mal que se lo hizo pasar a ambos. Porque tuvo dos hijos, a falta de uno. Básicamente porque el primero nació varón, y ella quería tener una chica también, por eso de que son las mujeres las que cuidan de sus madres cuando estas envejecen.
Mi vecina tuvo hijos solo para que la cuidasen de vieja y así acabó la cosa
Si es que, encima de mala, es antigua y machista a más no poder.
Ahora está mayor, que no anciana, tampoco. Pero está enferma, hace años que es pensionista porque ya no podía trabajar y, aunque por el momento se puede permitir vivir sola, su calidad de vida está muy mermada. Le cuesta caminar y realizar ciertas actividades cotidianas. Y se queja, se queja un montón con todo el que pueda escucharle de que sus hijos no se preocupan por ella. De que la han dejado tirada.
Lo ha intentado muchas veces conmigo, como si yo no recordara lo infeliz que fue mi compañera. Lo falta de cariño que estaba, el miedo que le tenía a su madre. Estaba esclavizada la pobre chiquilla, desde bien niña. Su hermano le ayudaba, pero la madre volcaba en ella todo el peso de las tareas domésticas. Entre otras mil cosas peores.
Nunca le he permitido que despotrique de ellos conmigo y ella parecía haberlo pillado. Sin embargo, desde que mi madre está en mi casa, ha vuelto a intentarlo de nuevo. Me hace la pelota, me dice lo buena hija que soy, al contrario de los suyos.
La señora no entiende que mi madre se merece esto y muchísimo más. O, peor, no entiende que se ha ganado a pulso la indiferencia de unos hijos que, no solo no tuvieron una madre en condiciones, sino que se alejaron de ella cargados de traumas y a tope de carencias a nivel afectivo y emocional.
Lo siento mucho, pero por ellos. Mi vecina no me da ninguna pena.
Anónimo
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