Los realities tipo «Gran Hermano» me aburren soberanamente. Y ya no te digo “La Isla de los Famosos” que no me dice absolutamente nada o “Supervivientes” y sucedáneos. Reconozco que algunas veces los he visto un poco por las risas o por entender de que iban los últimos memes o chistes en las redes, pero he acabado por olvidarme de que los estaba siguiendo.

Eso sí, ha habido otros formatos de Reality Show que, sí que me han gustado: los que sacaban en la MTV donde había programas de citas del tipo “Next” o el famoso programa “Catfish”. Este último, en España lo llamaron “Mentiras en la red” y lo presenta Nev Schulman.  El programa trata de desenmascarar a gente que se supone que está en una relación a distancia a través de internet y la persona interesada sospecha que no son quienes dicen ser. Si pillo carrerilla puedo tragarme varios programas seguidos de una sentada. Para mí es un vicio, buena mierda.

Pero para mierda de la buena, de verdad verdadera, es el programa del que vengo a hablarte aquí hoy. Aunque si eres de la mías y te molan los realities extranjeros, me extrañaría mucho que no hayas visto ya los programas que produce Netflix.

En otro artículo, ya te hablamos concretamente de “Too Hot to Handle”, o en español, “Jugando con fuego”.  Pero no, yo hoy vengo a hablar de mi libro, digo, del vicio máximo que ha hecho que (casi) me olvide de “Catfish”. Y no es otro programa que “The Circle”.

Te cuento un poco de qué va:

El concurso cuenta con ocho participantes y los van presentando a medida que llegan y se van instalando en distintos apartamentos. Que, por cierto, son todos divinos de la muerte y quiero contratar al decorador para mi keli aunque sé de antemano que no me lo podría permitir. Aunque bueno, soñar es gratis. Divago, así que sigo.

Como creo que has podido deducir, van a estar solitos cada uno en su apartamentito  pero, ¿Por qué? Pues porque The Circle no es un reality al uso, sino un reality social en el que los concursantes se relacionarán a través del chat de una red social llamada “The Circle” y no se van a poder ver ni escuchar en todo el programa.

Las relaciones se empezarán a forjar basándose en la información que cada concursante ponga en su perfil y sus imágenes ¿Sabes lo típico de cuando ves una influencer en Instagram y piensas joder que bien me cae, ya quiero ser su amiga? ¿No? A mí tampoco, me lo contó una amiga. Vale, ok, la amiga soy yo. Pero centrémonos que vuelvo a irme por las ramas.

El programa es salseo puro porque habrá concursantes falsos o “Catfish”, o lo que es lo mismo, gente haciéndose pasar por quién no es: hombres mayores que dicen ser jovencitas, mujeres maduras que se hacen pasar por cantantes famosos, mujeres que se hacen pasar por su marido buenorro… ¿y todo este esfuerzo para qué? Pues para ganar la friolera de 100.000 dólares, que se dice pronto pero que le arregla la vida a servidora, te lo digo ahora ya.

La mecánica del concurso es que vayan haciendo actividades y pruebas para divertirse y para conocerse unos a otros. Que vayan interactuando, que vayan haciendo conexiones y amistades mientras viven en el edificio de los apartamentos molones a cuerpo de rey. Pero tendrán que votar quienes son los más populares y estos serán quienes decidan, quiénes serán los que abandonen el concurso.

Así, sin más. Dos personas decidiendo sin verse a quién echan. Claro está que no todo va a depender siempre de quién les cae bien o mal a esos “influencers” porque las estrategias irán que vuelan. A parte, que los organizadores del programa son unos grandes cabrones y también van metiendo cizaña y nuevos giros de guión cuando menos te lo esperas.

De verdad os digo que “The Circle” me ha dado la vida durante la cuarentena y justo hace pocas semanas han estrenado una nueva temporada de la versión americana. Justamente esta última temporada cuenta con Chloe Veitch, una de las concursantes de “Too Hot to Handle” y que era una de las que mejor me caía.

 

También puedes encontrar la versión brasileira y francesa pero yo desde aquí quiero hacer un llamamiento para que hagan la versión española porque por si no te ha quedado claro, este programa es un puto vicio y sería la caña que se hiciera con gente de aquí.

Así que ya sabes, si piensas que ya te has pasado Netflix y aún no has consultado la sección de realities, échale un ojo porque están sacando cosas muy pero que muy molonguis.

Y eso es todo, sed buenas pero si no lo sois, contádmelo.