El parto es como llegar al 30 cumpleaños solo que mucho peor: te meten miedo por todas partes. Tu suegra te hace algún comentario desafortunado, te da por ver vídeos de partos y se te nubla la vista y todo de imaginarte el dolor, te cuentas historias amigas de cómo dieron a luz: negligencias médicas, dolor insoportable, almorranas, separación abdominal, dolor, mucho dolor, vómitos, violencia obstétrica, miedo… y te entran los sudores fríos.

Pero hoy quiero compartir sabios consejos que a mí me han dado que me han ayudado mucho a tranquilizarme estando ya embarazada, por si alguna está en mi misma situación y le sirven también (y tías, sinceramente, el más importante es saber lo fuertes que somos, que nuestra fuerza emana de dentro no nos la da nadie, y que podemos con mucho más de lo que creemos).

 

  • Preparar tu plan de parto, estudiadlo bien, tanto tú como tu pareja o acompañante el día del parto, y seguirlo.

Lo voy a decir muy claro, tienes derecho a decidir cómo y en qué hospital parir, punto. Dejo fuera situaciones de urgencia donde los médicos toman decisiones por la vida de tu hijo y por la tuya (que, aún así, pueden no ser las mejores, será por casos que ha habido), pero tú, mujer, tienes derechos y debes saberlos. Infórmate bien antes de ir, no solo en las clases de preparación al parto, habla con amigas, lee libros, empápate de información.

 

  • Infórmate mucho antes.

 Si no las conoces, te recomiendo la cuenta de instagram de @madremente, doula; el canal de youtube de Baby Suite by Pau, matrona, que recoge un montón de consejos de todo tipo: preparar la bolsa del hospital, el parto, cuidados del cordón umbilical, lactancia… y Parto Positivo, que te ayudará a enfocar ese temido momento de una manera mucho más sana.

 

  • Medita durante el embarazo y el parto.

La meditación es algo que me ha cambiado la vida, pero durante momentos de estrés y tensión, es mi mejor herramienta. Si ves que no sabes cómo meditar, puede utilizar meditaciones guiadas, en spotify y en youtube hay miles, y simplemente respirar y seguir lo que dicen. Hay algunas más enfocadas a la espiritualidad, otras a la gestión de la ansiedad, y hay muchas específicamente diseñadas para el momento del parto. Recuerda que el parto es un momento de tu sexualidad también, que es algo bello aunque doloroso, pero te mereces vivirlo en paz.

 

  • Desconecta en el parto con cosas ajenas a la maternidad: pon una playlist que te haga feliz, ve un cacho de una serie con tu pareja o marujea de algo. 

 

Los partos pueden hacerse muy largos y hay tiempo para todo, aprovecha a darte una ducha caliente, ve un rato la tele, habla con tu pareja o haz actividades que te relajen. Si solo te enfocas en el dolor, créeme que se te hará más cuesta arriba.

 

  • Recuerda que es algo temporal, que lo estás haciendo bien e intenta disfrutarlo.

 Porque aunque en el momento lo vivirás como eterno, parecerá que no pasan las horas, cuando te quieras dar cuenta ya se ha acabado. A mis amigas les sirvió tener un objeto personal que les de fuerza o suerte, puede ser algo simbólico (un colgante, por ejemplo), una foto, inciensos… y un mantra que puedas repetirte cuando vengan las contracciones más dolorosas, como por ejemplo: “lo estoy haciendo genial”, “el parto me conecta con lo más profundo de mi ser”, “en nada tendré a mi pequeño en brazos y todo habrá acabado” o puedes optar por la violencia, no te juzgo por ello: “me cago en los putos muertos de todos qué puto dolor insufrible” y amén tía, lo que tú necesites para llevarlo mejor.

 

Suerte a todas las embarazadas, y recordad respirar ese día y haceros fotos y vídeos. Estáis guapísimas, aunque no lo veáis. Sois fuerza.

 

Te falta perreo