Señoras, he venido aquí a hablar de parruses en todas sus formas, olores y colores posibles.
Porque tengo una pregunta seria. ¿Cuántas veces os miráis el chichi en condiciones? Porque el otro día estuve hablando con mis amigas de la importancia de conocer tu vagina y la mayoría jamás se la habían mirado con detenimiento o si lo habían hecho, había sido de reojo y con verguenza. Vamos, mirarla pero no mucho.
María (a la que he tenido que poner nombre en clave porque ella es anónima hasta las entrañas) dice que la primera vez que se vio el chichi flipó porque no era ni tan rosita, ni tan perfecto como en su cabeza se lo imaginaba y que la primera impresión que tuvo al verse los labios tan oscuros fue la de rechazo porque estaba acostumbrada a ver otro tipo de vaginas en el porno y le costaba asumir que la suya no era así. Al final acabamos llegando a la conclusión de que no hay una amplia representación de parruses en el porno y que no, no todas tenemos los mismos labios ni la misma forma.
Claudia por su parte ha trabajado muchísimo para cambiar el concepto que tenía de su propia vagina porque al igual que – lamentablemente- la mayoría de las mujeres, para ella su propio cuerpo era un completo desconocido y lamenta que no se nos enseñe desde niñas a familiarizarnos con nuestra propia anatomía, porque eso nos ahorraría muchos problemas de salud a la larga.
A Carmen al contrario siempre le ha flipado explorarse y e intenta conocer su cuerpo a la perfección. Sabe qué tipo de flujo tiene en cada momento del mes y pese a que siempre suele tener infecciones o cistitis, está muy pendiente de la salud intíma. Afirma que desde que se toca y se mira con atención sus relaciones sexuales han mejorado muchísimo y que es capaz de darse mucho más placer que antes.
En definitiva: Nos guste o no, muchas mujeres desconocen lo que hay entre sus piernas y una solución efectiva a corto plazo es mirarte y conocerte con la ayuda de un espejo. Dedicarnos tiempo aumentará nuestra salud sexual – y nuestra salud en general- y nos hará experimentar aún más placer si cabe.
