Seguramente ya conoceréis el movimiento “Salud en Todas las Tallas”, más conocido con las siglas HAES, que son un conjunto de profesionales de la salud y activistas que salen todos los días a defender la base científica que abala la salud en cuerpos con sobrepeso. Es un movimiento real que mueve todos los días a muchísimas personas que están todavía en la lucha de aceptar sus cuerpos y lo cierto es que no hay nada que agradezca más que la presencia de todxs ellxs en nuestro día a día. Ahora bien, más allá de la importancia de éste mensaje y de la enorme labor que hacen lxs profesionales que lo defienden, me gustaría abrir un melón también importante: Nadie necesita estar saludable para “ganarse” el trato digno de los demás. 

Voy a explicarme: no solo es genial que la ciencia nos ayude a entender que puede existir salud en cuerpos grandes al igual que en los cuerpos delgados y que en ambos puede también no existir. Lo que también sería la monda es entender que, aun no habiendo salud en un cuerpo, eso no nos da derecho a tratarle con desprecio. Nadie debería tener que ir con su “cartilla de salud” por bandera, demostrando al mundo que “¡ey, yo estoy sano!” para no ser sometido a burlas, juicios y discriminaciones varias. Perdón, rectifico, NINGUNA PERSONA GORDA debería tener que hacer esto.

Especifico lo de que sean las personas gordas porque no veo a nadie en la puerta de los hospitales haciéndoles el paseíllo de la vergüenza a todos los enfermos. ¿Te lo imaginas? ¿Brutal, verdad? No se nos pasa por la cabeza tocar un tema tan delicado como la salud de otra persona, no se nos ocurriría nunca plantarnos frente a cualquier paciente de hospital con cuerpo delgado a decirle “estás aquí porque quieres” y no me importa que te parezca radical lo que digo porque en el fondo tú y yo sabemos que es verdad. Ha llegado un punto en el que los límites de juzgar la salud de otro terminan en el momento en que esa persona está gorda. En ese momento, se abre la veda a todo tipo de comentarios y juicios infundados y emitidos por personas a las que no les importa realmente saber cómo está esa persona, solo necesitan quedar moralmente por encima. Esto está claro porque los siguen haciendo pese a toda la evidencia científica, magnífico término que muchos adoran, sobre el impacto negativo, la culpa y malestar entre otros que genera el estigma de peso en la persona que recibe esta discriminación (la cual tampoco olvidemos que viene, en demasiadas ocasiones, en la consulta médica).

Por supuesto que la salud es importante. De hecho, es lo más importante que podemos tener para llevar una vida plena y satisfactoria. Por eso se convierte en un término jugosísimo para darle moralidad, porque todos somos conscientes de que nadie prefiere estar enfermo y en nombre de la Salud podemos venderle a la gente cualquier idea. El problema es que, si realmente nos preocupara la salud de la población, dejaríamos de venderles la solución mientras les causamos el problema.

De nuevo, voy a explicarme: en vez de seguir lanzando mensajes de “alimento bueno vs alimento malo”, de seguir fomentando la operación bikini como un reto a superar cada año, en vez de seguir humillando a una persona por el número que marca la báscula, en vez de seguir desinformando diciendo que lo único que interviene en la corporalidad y la salud de una persona son sus propios hábitos dejando a un lado el resto de factores que intervienen, en vez de darle potestad a “profesionales” que sin mirar a sus pacientes les mandan perder peso…Proporcionemos a TODA la población hábitos saludables, hablémosles a todos por igual, prioricemos la salud mental, respetemos y dignifiquemos a todo el mundo como se merece porque elegir quién merece respeto y quién no en base a un cuerpo, mientras lo camuflamos de preocupación por la salud, no solo es MEZQUINO y CRUEL sino también CLASISTA. 

A mí me importan un bledo tus hábitos de alimentación, me da igual si haces más o menos deporte, si tu cuerpo es resultado de tu genética o tu metabolismo. Yo he aprendido que no sé nada de ti viendo tu cuerpo y solo por el hecho de que existes y comprendo que cargas una pesada mochila que no puedo ver, sería incapaz de juzgarte, por lo que todavía menos me atrevería a hacerlo basándome en tu salud. No entiendo por qué al resto le cuesta tanto hacer lo mismo. 

La salud es un concepto mucho más individual y subjetivo de cómo llevan años vendiéndonoslo. Tiene muchos más factores que lo que comes y cuánto te mueves y por eso en cada persona el estar sano o no se verá distinto. Sí, tener buenos hábitos físicos y mentales es importantísimo pero ten claro que tu valía no tiene nada que ver con eso. Que aunque no estés sano, sea cual sea la definición de ello para ti, nadie tiene derecho a menospreciarte como persona.

 

Mara Jiménez