La gente te da pereza (quizás no toda, pero sí la mayoría), no te culpes. Te gusta identificarte con los gatos (da igual que seas más de perros) por todos esos topicazos de autosuficiencia y que hacen caso a los seres humanos cuando ellos quieren. No es que seas antisocial, es que a veces te la sensación de que sobra mucha gente en este mundo y necesitas esconderte en tu zona de confort, con tus cositas y sin crispamientos.

Si eres así, seguro que algunas de estas cosas te resultarán familiares:

  • «Tengo mucho trabajo» como excusa para todo. Casi siempre es mentira y cuando es verdad resulta que has procratinado tanto que podrías haber quedado perfectamente para tomarte mil cañas.
  • Tienes la manía de cancelar planes y arrugar la nariz cuando descubres que va a ir alguien «nuevo» (o alguien que no te cae chachi).

  • Hay cosas que prefieres hacer en soledad. Tu entorno lo sabe.
  • «¿Salimos el sábado?» «No puedo, estoy en economía de guerra». Mentirosilla, el tema es que prefieres gastarte los euros en Asos antes que tener que relacionarte con otros seres humanos en cualquier bar.
  • Hace mucho tiempo que dejó de molestarte que tus amichis te hayan bautizado como «RANCIEST». Al César lo que es del César.
  • Eres muy feliz cuando se cancelan planes a última hora.
  • Sueles ser la primera en irte de todos los saraos. ¡Qué pereza!
  • Te parece hasta de mala educación que te llamen por teléfono (a no ser que sea una urgencia o algo de curro, claro)… ¿para qué coño existe WhatsApp? Pues para no perturbar la paz de nadie con llamaditas innecesarias.
  • Te agobia mucho que la gente proponga planes a largo plazo, pero si surgen sobre la marcha también cortocircuitas. No te vale nada, querida.
  • Uno de los motivos por los que no te gusta ir a festivales de música es tener que lidiar con esa cantidad ingente de personas haciendo cola para todo y queriendo hablarte por lo que sea…
  • ¿Trabajar de cara al público? EL PUTO INFIERNO.
  • Cuando vas al cine rezas fuertesito para que no se te siente una persona desconocida al lado (y ojalá estar sola en la sala).
  • Siempre intentas que tu casa sea el centro de operaciones porque así puedes tomarte unos vinos en pijama, no salir nunca más y fantasear con un bucle espacio-tiempo de hummus y albariño.

  • Salir del círculo de confiansi te da un poquito de ansiedad.
  • No entiendes a la gente que se pasa todo el día de picos pardos. Tu plan favorito es hacerte fuerte en el sofá con todas las comodidades del hogar al alcance de tu mano.
  • Lo de ligar y hacer amichis en la noche es complicado. Normalmente tu estás a tu rollo (y, en ocasiones, deseando que esa tortura termine).
  • Comprar online es LA BENDICIÓN.
  • Puedes pasarte semanas sin entablar conversaciones personales con aquellos a los que ves diariamente pero que no conoces (los compañeros de clase, la gente del pipican, personas del trabajo…).
  • Odias profundamente que te toquen mucho. ¿Qué necesidad hay?
  • En el transporte público sueles ir de pie y mirando fijamente por la ventanilla. Por si acaso.