Entre las colaboradoras de WLS las hay altas y bajas, gordas y delgadas, rubias, pelirrojas y morenas, con el pelo liso y rizado, con los ojos claros y oscuros, con papada y sin ella. Sin embargo, nada de eso importa, porque no estamos aquí para hacer bonito. No estamos para salir bien en las fotos, en la tele y en persona, no estamos para aparentar siempre que no tenemos ni arrugas, ni ojeras, ni granos. No estamos para ser perfectas, estamos para concienciar a la sociedad de que algo tiene que cambiar.

A diario recibimos comentarios preciosos en los que la gente nos agradece lo que estamos haciendo, nos anima a seguir y nos reconoce los esfuerzos que supone sacar WLS adelante. Pero también recibimos mensajes que son todo lo contrario, algunos con mayor o menor criterio o imaginación, otros básicamente llenos de odio (el ‘Odio a las gordas y sois todas lo peor y merecéis morir’ está muy extendido en este país). También hay algunos que me hacen pensar si a sus autores se les olvida pensar antes de escribir o si tal vez sus manos van más rápido que su cerebro… Cosas como ‘Siempre sales igual en las fotos, se nota que lo haces a propósito para ocultar la papada’ u ‘Os he visto en X programa y tengo que decir que salís mejor en fotos que en la tele’ se han empezado a convertir en nuestro pan de cada día.

También nos llegan incontables mensajes del estilo ‘Pero no todas estáis gordas…’. No querida, Elena y Rebeca no nos piden peso, talla e IMC antes de dejarnos colaborar en la web, precisamente lo que promovemos es que todas las tallas se vean como normales, y no discriminamos a ninguna colaboradora por ello, ni por exceso ni por defecto.

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Somos guapas, eso es una realidad. Y nos esforzamos por salir bien en las fotos por la misma razón por la que nos compramos ropa bonita o nos maquillamos: porque nos gusta vernos bien. Pero ése no es el mensaje que queremos transmitir. Estamos aquí para gritar al mundo que no importa la talla que tengas, que eso no es un impedimento para ser guapa, y nosotras nos vemos estupendas en las fotos que subimos, así que ¿cómo creéis entonces que sientan estos comentarios? ‘Eres guapa pero sólo porque ocultas la papada’, ‘En fotos estás estupenda pero por la tele… puff… estás muy gorda’. ¿Es que por estar gordas ya no estamos estupendas?, ¿es que por tener papada ya no somos guapas?, ¿es que acaso tenemos que ser perfectas?, creedme que si lo fuéramos seríamos Candice Huffine o Ashley Graham, pero no es el caso…

Y es que cambiar la mentalidad de todo un país cuesta, y mucho, y Elena y Rebeca llevan años luchando para conseguirlo; algunas llevamos más tiempo en la web, otras menos, pero todas nos esforzamos por hacer de este mundo un lugar en el que no se nos juzgue por la talla que usamos. Y comentarios como éstos nos hacen ver que aún hay mucho trabajo por hacer, que esta batalla aún no está ganada, pero también suponen un golpe de realidad en toda la cara, porque nos demuestran que hay gente que, no sólo no quiere aceptar que las cosas pueden ser diferentes, si no que seguirán buscando una única realidad basada 100% en el aspecto físico, en lo bien que salimos en la foto o en la tele, en lo monas que vamos o en lo delgadas que somos.

A toda esta gente le repetiremos una y mil veces que no estamos aquí para hacer bonito, que estamos aquí para hacer ruido, para conseguir algo que va mucho más allá del aspecto físico y, a quien no le guste, ya sabe, que mire para otro lado. Pero mirar hacia otro lado no va a hacer desaparecer lo que hay en éste. Hemos venido para quedarnos, con nuestras lorzas, nuestras tetas y culos gigantes, nuestras papadas y nuestra poca o mucha fotogenia.

Get over it!