El proceso de duelo cuando se rompe una pareja

 

Cada vez que algo cambia en nuestras vidas necesitamos un proceso de asimilación y cuando es una situación delicada como puede ser una ruptura, sentimental o extrapolable también a una relación de amistad, necesitamos algo más que la asimilación. Necesitamos, como cuando nos enfrentamos a la muerte, pasar por un proceso de duelo antes de poder llegar a la asimilación.  

Nos acostumbramos a compartir momentos muy importantes de nuestra vida con alguien y cuando se rompe la relación tenemos que aprender a vivir sin esa persona. La relación se acaba, ya no existe y para nuestro cerebro es un shock, las rutinas que tenías ya no existen, los comportamientos que tenías ya no se repiten y es difícil de aceptar. Tienes que aceptar la tristeza y transitar por el duelo como algo natural para poderte curar, para digerir que tu vida ha cambiado y para poder continuar. 

No es sano el forzarnos a actuar como que todo es como siempre, el proponernos estar muy bien muy rápido si en nuestro fuero interno no nos sentimos así.  No podemos acallar el dolor de nuestro corazón si no dejamos que este primero fluya. 

Me he encontrado en muchas ocasiones, o que me ha pasado a mi misma o a otras personas de mi alrededor, que en casos así se pretende renacer de las cenizas demasiado pronto. Seguramente la autoestima se haya dañado,  la confianza en una misma ha mermado y nos proponemos ser personas felices, con ganas de todo, con ganas incluso de conocer a otra persona. Todo es lícito,  pues claro que sí. Pero tenemos que estar seguras de que estamos preparadas para todo eso y que realmente queremos todo eso. 

De verdad que tenemos ganas de salir, pero igual no tenemos la capacidad de estar preparadas para exigirnos  un nivel de pasarlo bien como si no hubiese pasado nada en nuestra vida. A mi me ha pasado, salir de fiesta después de verme en esas situaciones y estar llorando por los rincones después de 3 cubatas. ¿Debía haber salido? Si, por qué no, pero igual lo que necesitaba no era una fiesta si no llorar y estar recogida con el dolor de la ruptura o pedir a alguien que me escuchara en otro contexto y no convertirme en la waterparty con la que nadie quiere hacer contacto visual.

Conozco muchos casos en que la gente que ha roto se pone Tinder porque ahora es libre y se va a convertir en el/la fucker de la ciudad o se apuntan al gym o a un club runner para conocer gente. Y es lícito,  claro, pero hay veces que lo que se busca es otra vez sentirse en una relación o se está tan dolidx que acabas tratando regulín a personas que no se lo merecen, simplemente por el hecho de aún no estás preparadx para nada. Se debe cerrar un capítulo, se debe interiorizar que las cosas se han acabado, se debe sacar el dolor que llevamos dentro, sentir pena por algo que ya no es, entender que la relación ha muerto, solo entonces podremos volver a empezar.

Tanit Cano Lorente