El término persona tóxica es algo que cada vez nos suena a todos y a todas cada vez más y más, y ha supuesto un antes y un después. Ahora podemos entender y catalogar los comportamientos que tienen ciertas personas,  ver que eso no es ni sano ni bueno y poder salir pitando de ahí.

Pero como en toda historia, cada maestrillo tiene su librillo, y esto se extiende a que muchas personas deciden ampararse en la excusa de “no me seas tóxica” para conductas que no lo son en absoluto.

Una persona a la que catalogamos como tóxica, nos referimos a aquella que no ha terminado de madurar emocionalmente, que por lo general son profundamente inseguras y egoísta, que necesitan tener a alguien cerca (su víctima) con la que tener una relación muy absorbente donde solo estén ellos dos y con la que poder descargar todas sus frustraciones.

La persona tóxica lo que hace con la otra es invadir sus límites, criticar o centrarse en sus defectos, con el objetivo de bajar a esta persona para sentir que ellos sobresalen.

Al final, la persona que tiene que aguantar todo esto, termina sintiendo un montón de emociones negativas, agotada de la situación, mucho estrés y frustración y esto se ve claramente porque cuando se queda sola, en vez de echarla de menos lo único que siente es alivio y tranquilidad.

Para mantener este enganche con su víctima, hacen pequeñas cosas como favores o detalles para asegurarse de mantenerla ahí, porque son tóxicos, no estúpidos, recordemos.  Pero el objetivo es presionar para salirse con la suya y que el otro haga cosas que realmente no quiere, sobrepasan los límites y culpan de todo a su víctima, sea lo que sea lo que haya pasado.

Jamás escuchan las necesidades de la otra persona, ni les ofrecen apoyo emocional, pero sí que descargan toda su frustración, tristeza y pesimismo sobre ellas.

La definición, aunque a simple vista puede estar muy clara, hay personas que aun tienen dudas, o las utilizan para dar la vuelta al asunto.

Vemos muchas dudas y situaciones en el foro, donde muchas chicas comentan que sus parejas no las tratan como deberían, que ven claros indicios de que pasan de ellas o que incluso existe una alta posibilidad de que les sean infieles.

Y que cuando sacan el tema o tratan de hablarlo con sus parejas, estos se escudan y se defienden en que están sobrepasando sus límites y que tienen unas conductas muy tóxicas y que no se lo van a consentir porque se sienten controlados.

 Y claro ¿no hay nada mas tóxico que eso, no?

Es aquí cuando la persona que lo está pasando mal porque tiene literalmente muchos motivos para estarlo, aprende que lo que ella piensa o siente no es normal, que está exagerando y que no está siendo justa con él y por tanto, no volverá a hablar de lo que le preocupa o siente porque sabe que se la acusará de esto.

Hablar de lo que nos preocupa o si hay cosas de nuestra relación o de nuestra pareja que no nos cuadra, no es en absoluto una conducta tóxica, pero es una herramienta muy utilizada por otras personas tóxicas.

Es decir, si yo tengo conductas tóxicas, como  ser egoísta y pensar en lo que a mí me viene bien sin tener en cuenta tus sentimientos, como en este caso, cuando le preguntamos qué pasa porque ves cosas que no te cuadran, usaran el argumento fácil de acusarte a ti precisamente de lo que ellos mismos son, ya que sin darnos cuenta, muchas veces usamos a las personas de espejo.

Poner límites y pedir que el resto de personas lo respeten sea a nuestros amigos o parejas, o hablar de cómo te sientes si lo estas pasando mal o tienes dudas, entra dentro de lo NORMAL.

Lo que es tóxico es que lo estés pasando mal o veas cosas que no te cuadran y cuando tratas de abordarlo de la mejor manera posible (no espiando ni cogiendo el móvil a nadie), si no, hablándolo de frente con la persona, al no tener argumentos validos, usará el ataque con esto.

Si sientes que siempre eres tú la loca, la que exagera, la que no tiene razón, y que al final está en una relación que no puede comunicar lo que sientes o te pasa, plantéate que puede que la que está con una persona tóxica seas tú.

Y esto por suerte es fácil de comprobar, si cuando cuentas las situaciones que vives en pareja a tus amigos o familiares, todo el mundo te da la razón a ti, por algo será. O si hace tiempo que no le cuentas a nadie lo que pasa en tu relación… puede ser un claro indicativo que algo va mal dentro de tu relación, y no se trata precisamente de ti.

No tengamos miedo a poner límites, a decidir lo que queremos y necesitamos y a pedirlo sin miedo y con respeto, y si nos acusan de algo que no somos, no creer directamente en lo que la otra persona nos dice, porque pretenderá salirse con la suya, nada más.