Kase O definía el orgasmo en una de sus canciones como “Éxtasis, viaje astral, segundos de muerte” (cada vez que escucho esta canción me entran los calores). En muchos casos sabemos que un hombre alcanza un orgasmo cuando eyacula. Ese momento de éxtasis se vive solo o en compañía; yo os voy a hablar de cuando se vive en compañía.

Bien es sabido que el hombre puede eyacular en cualquier sitio: en la vagina (yo soy atleta profesional de carreras al baño para no poner todo perdido cuando vuelve a salir el semen), en el pubis, en los pechos, en el culo, en la cara o en cualquier otro sitio que le plazca (siempre con tu consentimiento, obviamente). Sorprendentemente (y de verdad que no sé por qué) les flipa correrse en la boca.

Ay madrecita del alma querida cuando te dice tu pareja que quiere correrse en tu boca… No sé a ti, pero a mi me empiezan a entrar los siete males y en mi cabeza no para de rondar la idea de que me voy a tragar una mezcla de Fairy con KH7 y hummus.  Bueno, para evitar este mal trago (y nunca mejor dicho) existen varias opciones. Lo primero que tienes que tener en cuenta es si quieres hacerlo o no, eso está en tu mano y tú eres quien decide. Si quieres intentar esta experiencia te recomiendo lo siguiente:

  • El despertar de la fuerza

Cuando tienes en la boca el sable láser de tu Jedi en pleno ataque, puedes optar por convertirte en Flash y tirar corriendo el semen; No hace falta que te lo tragues. Es cierto que una vez en la boca ya no hay marcha atrás y te toca saborearlo, pero mira, es un buen método para decidir si te mola o no.

  • Star Wars: Imperial Assault

Mi siguiente recomendación es asaltar la nevera. Si te gusta el sabor, o eres una cabezota y a pesar de que no te mole quieres tragártelo, puedes optar por hacer que tu pareja coma ese día alimentos que “mejoren” el sabor del semen. ¿Cuáles son esos alimentos? Pues, por ejemplo, frutas como el limón, la piña, la papaya, el melón o la sandía; También especias como la canela ayudan (2 x 1 querida, afrodisiaco y mejora el sabor del semen). Ahora bien, hay alimentos que debemos desterrar (como a los Sith, que son mala gente) ese día de la nevera; Por ejemplo el brócoli, el café, el ajo, los espárragos, etc.

  • El retorno del Jedi

Pues bien, una vez tu Jedi ha comido estos alimentos puedes probar a ver si te gusta su sabor e intentar tragártelo. Si ni con esas te mola, déjalo. Tu pareja puede correrse en cualquier otro sitio de tu cuerpo que os guste a los dos, coñe.

Dicho esto, espero que estos consejos te sean útiles para que así cuando tu Darth Vader se vaya acercando con su sable láser (su musiquilla de fondo incluida eh) preparado para atacar, todo te sea más fácil. Y recuerda, si no quieres hacerlo no lo hagas, tú te pones tus límites.

Lilith