Después de un tiempo, todo duele menos. Empiezas a ver razones. Aprendes de sus errores y de los tuyos. A veces, la melancolía nos juega malas pasadas. ¿Echas de menos a la persona o el sentimiento que te embargaba cuando todo era bueno? Ahora veo claro todo lo que antes era más oscuro y he ido sacando conclusiones.

  • Para de hablar con tu ex pensando y esperando el cambio.
  • Para de hablar con tu ex pensando que vuestros problemas se van a solucionar solo si le das la enésima oportunidad.
  • Para de hablar con tu ex si sabes que le diste lo mejor de ti y no te valoró. Es tiempo de que veas que dar mil y una oportunidades a gente que te decepcionó e hizo año solo te desgasta a ti.
  • Para de hablar con tu ex cuando lo extrañas pero sabes perfectamente que te han superado y han seguido adelante.
  • Para de hablar cuando sientes que nunca nadie nuevo te querrá, que ya está todo hecho y dicho para ti. Creéme, ese sentimiento solo aparece cuando aun no has aprendido a quererte bien.
  • Para de hablar con tu ex intentando que vea que eres la mejor opción. Tú no tienes que demostrar nada.
  • Para de hablar con tu ex simplemente porque no es bueno para ti.
  • Para de excusarte en la expresión «era mi todo». NO. TÚ eres TU TODO. ERES y ESTÁS COMPLETA.
  • Para de permitir que alguien de tu pasado controle tu presente y determine tu futuro.

Amiga mía, quiero que entiendas que lo sé. Sé del dolor y la decepción. Sé que has pasado por la oscuridad y por eso, ahora eres más fuerte. Eres importante, eres capaz de dar y recibir amor. No cualquier «amor» sino el amor que importa, el que te da alas y no te las corta. Que te hace libre y no prisionera.

Mereces lo mejor. Eres válida.

Es hora de seguir.

Dame la mano.