Unos vaqueros que te quedan un poco pequeños, el sujetador de todos los días, las sandalias del verano. Muchas de nuestras prendas nos aprietan lo suficiente como para dejarnos marcas que aunque son temporales, la mayor parte de las veces no nos damos ni cuenta. Este proyecto de Justin Bartels pretende demostrar lo incómodos que vamos realmente por la vida con tal de impresionar a los demás y ser aceptados por la sociedad. Nos define como prisioneros de la idea de belleza que la sociedad ha construído, ¿estáis de acuerdo?