Para mí la luminosidad es un básico en mi rutina de belleza. Me gustan los productos que aportan jugosidad a mi piel sin engrasarla, pero esto es muy difícil, porque la mayoría de sérums y cremas que se venden como “luminosos” lo que hacen es fomentar la aparición de brillos. En mi búsqueda de vitalidad, jugosidad y luminosidad me topé con el aceite del que os vengo a hablar: el Red Velvet de Freshly Cosmetics.

En cuanto lo anunciaron en redes me volvi loquer. Lo necesitaba en mi vida. El problema es que se agotó en 5 días. Quiero pensar que lo bueno se hace esperar y al final ha llegado a mis manitas o, mejor dicho, a mi rostro.

Lo he puesto a prueba y tengo que contaros sí o sí lo que me ha parecido, porque los milagros hay que compartirlos.

Algunos datos para las que siempre leen los ingredientes de los productos

Como todos los productos de Freshly Cosmetics, es apto para pieles sensibles y no está testado en animales. Estas son las razones por las que yo confío plenamente en la marca. Mi piel es un poquito complicada, ya que tengo zonas secas, otras grasas y también acné. Me resulta complicado encontrar productos que combatan mis “problemillas” de forma global, pero Freshly lo consigue.

En el caso del producto Red Velvet, nos encontramos con una mezcla de 15 aceites vegetales que nutren la piel y aportan vitalidad y firmeza. Suena bien, ¿verdad? Pues si os digo que es 100% natural, os caéis de espaldas.

Entre estos aceites podemos encontrar el de rosa mosqueta (un must para las pieles con marcas de acné, cicatrices o rosácea), el de lino, onagra, marula, chía, comino o el de meadowfoam. No os engañaré; hasta que probé este producto no conocía la mayoría de estos aceites, pero ahora no puedo vivir sin ellos.

Gracias a los aceites y los principios activos naturales, tiene un alto poder antioxidante y nutritivo, ideal para pieles con rojeces, arruguitas, eczemas, manchas o inflación. Vamos, una maravilla embotellada.

¿Cómo usarlo?

Todas las noches me lavo el rostro y tras la hidratante aplico 4 gotitas del aceite en frente, mejillas y barbilla. Yo os recomiendo agitarlo primero para mezclar bien los ingredientes, aunque soy un poco despistada y a veces se me olvida.

Después de ponerme las gotitas, masajeo para estimular la circulación del rostro y para que se absorba bien. ¡Fin! Después a soñar con los angelitos y dejar que surja la magia en tu piel.

Mi opinión personal

La teoría sonaba muy bien, pero tocaba ponerlo a prueba. Por suerte no me ha decepcionado en absoluto. Lo que he notado es que…

Ha mejorado el aspecto mustio de mi piel. Ahora mismo estoy preparándome unas oposiciones y paso mucho tiempo en casa, y no sé si son paranoias mías o qué, pero me notaba la piel fatal. Gracias a este aceite me siento como cuando vas a la playa y la piel está radiante.

– La piel está mucho más elástica. ¿Alguna vez habéis notado tirantez después de desmaquillaros? Pues desde que uso este inventazo, ya no me pasa.

– Respecto a las arrugas no os puedo decir mucho porque la genética me ha regalado una piel más que decente, pero de hidratación sí que os puedo hablar. La piel está sana, bonita y suave.

“¿Tarda en absorberse?”, os estaréis preguntando. ¡Nooooo! En primer lugar, no se siente nada pesado en la piel (cosa que pasa con otros aceites), pero lo mejor de todo es que se absorbe rapidísimo. Tiene un acabado muy agradable, nada graso y de rápida absorción.

Respecto al olor, a mi me flipa. Es una mezcla de aroma tropical como a papaya y granada, pero tiene toques de rosa. Son muy sutiles y no empalaga, pero resulta muy agradable en la piel.

En resumen, un 10 para Freshly como siempre. Si lo quieres probar, pincha aquí.