El ver que no es un hecho aislado, me ha hecho preguntarme porqué a nuestras madres les hace tanta ilusión que aprendamos a cocinar…y creo haber encontrado una posible explicación. 

¿Me acompañáis  y  me dais vuestra opinión?

La verdad es que hay momentos de la vida en los que una siente curiosidad o necesidad por aprender ciertas cosas, que hasta ahora no había hecho.

Bien porque te has mudado de país, comes más en casa, has tenido hijos, aburrimiento o cualquier otro motivo que te haga lanzarte a probar recetas de mami… el efecto que tiene ante nuestras madres es cuánto menos sorprendente.

Tú aún no lo sabes, pero has hecho a tu madre súper feliz con ese mensaje preguntándole:

“Mamá, ¿cómo se hacen las lentejas, el arroz con calamares, la lasaña o lo que sea…?”

Receta que tu madre te describe con toda su paciencia y con un mensaje final que pone “si tienes alguna duda, me lo dices”

Pues resulta que cuándo lo haces, y hasta tú te sorprendes de que te haya salido bien. Tu madre se alegra como si te hubiera tocado el euro millón.  

¡Su alegría es directamente proporcional a nuestra sorpresa!

¿Por qué a nuestras madres les hace tanta ilusión que aprendamos a cocinar?

No es broma, te lo celebran un montón, se ponen super contentas y te felicitan como nunca. De hecho, nos han alabado tanto por estas cosas, que hasta hemos pensado…

¿Realmente ésto es lo que esperaba de mí? Porque creo que se ha alegrado más por haber hecho un cocido, que cuando superé aquel golpe durísimo, monté mi propia empresa, o me cambié de casa, me ascendieron en el trabajo…o cualquier otro logro tuyo» 

Parece que, a tu madre, lo que más ilusión le ha hecho en su vida ¡¡¡es que te salga bien el pollo en pepitoria!!!   ¿¿estamos locos??? 

Pues un poco sí, pero en mi opinión, realmente no es cierto, claro que se han sentido orgullosas de tí en múltiples ocasiones.

Lo que pasa es que, nuestras vidas han sido muy diferentes.

Incluso si nuestras madres han trabajado, no podemos negar la diferencia generacional y el modo en el que hemos sido educadas, que normalmente dista bastante el uno del otro.

En cierto modo hemos acostumbrado a nuestras madres, a que aparentemente “no las necesitamos”, nada más lejos de la realidad…

Pero como tenemos nuestras vidas y tampoco nos va tan mal, pues puede darles esa sensación.

Oye que, al fín y al cabo ¡nos hemos convertido en mujeres dignas de admirar! y eso ellas lo saben y se inflan como un globo. 

Cuarentena y madres más orgullosas de nosotras que nunca

Pero cuando de pronto, le preguntas por una receta, tu madre vuelve a sentir que puede seguir enseñándote más cosas. Que a pesar de todo lo que has conseguido en tu vida, su labor no ha acabado y se siente contenta de poder ayudarte.

Así que, si en algún momento también has sentido algo parecido. Recuerda que solamente se ha sentido feliz porque has recurrido a ella por algo en lo que, no lo neguemos y no siempre…pero normamente tienen bastantes más cualidades que nosotras.

En mi opinión, creo que puede ser un motivo que lo explique perfectamente, pero en cualquier caso… ¡No me digáis que no es maravilloso hacerlas felices con algo tan sencillo!

Y vosotras, ¿cuáles creéis que son esas razones por las que a nuestras madres les hace tanta ilusión que aprendamos a cocinar?