¿Soy la única que esconde los tampones como si estuviera traficando? ¡Yo creo que no! ¿Por qué? Porque nunca he visto a ninguna mujer entrar a un baño con una compresa, tampón, copa o braga en la mano.

Que por cierto, está muy guai que tengamos tanto métodos para elegir. Pero hemos pasado de utilizar toallas y colgarlas con manchas en el tenderete del pueblo a secar, a ir de agentes de la CIA.

Porque chica, vivir un reglazo en día de afluencia torrencial con su consecuente desajuste hormonal y que nadie se pisque del asunto, tiene cuanto menos, mérito.

¿Vosotras sabéis cuando tienen la regla vuestras compañeras de trabajo? ¡Yo no! Y estamos más de 20 personas en una oficina, pero jamás he visto a nadie levantarse con un tampón en mano e irse al baño.

Vamos a ver, no se trata de que seamos amiguitas de regla y nos cambiemos los tampones las unas a las otras mientras escuchamos a Daddy Yankee. Límites ante todo. Pero si te paras a pensarlo, toda la trama de ocultación y el trapicheo que nos traemos con el tema de la regla, es una bizarrada tremenda.

Me incluyo en esto, porque yo misma actúo así. Tengo un pequeño neceser con tampones y compresas en mi cajón y cuando toca, lo cojo y me voy al baño. Pero claro, no quiero ser la única que habla abiertamente del asunto. No sé qué pasaría ¿Me llamarían la reglosa? Pero si todas pasamos por lo mismo, es algo natural y no es ilegal ¿Por qué escondemos los tampones como si fueran droga?

¿Alguna vez te ha pedido una compañera un tampón? A mi sí, y las veces que ha pasado se acercan sigilosamente y te piden el tampón o compresa entre susurros ¡Pero vamos a ver señoras, que no estamos traficando!

Con el tema de la regla nos comportamos de una manera que no consigo entender. No digo que volvamos del baño con la compresa usada y nos choquemos las palmas después de un «Joder la he llenado entera pero no se me ha manchado la braga». Pero deberíamos tener plena tranquilidad para levantarnos, coger un tampón con la mano y marcharnos al baño.

Algunas amigas simplemente me dicen «Bueno pero es que yo no quiero que la gente sepa cuando tengo la regla». Vale, bien, respetable, pero ¿Por qué no murmuramos y nos escondemos para pedir un ibuprofeno o un kleenex?

Es como si inconscientemente siguiéramos apoyando ese pensamiento masivo y arcaico de que las mujeres debemos ser siempre perfectamente apetecibles para el género masculino. Creo que todas sabemos que «Tener la regla no es sexy»

¡Y ojo con esto! Porque ni siquiera esta afirmación es justa. Tener la regla puede hacernos sexualmente menos apetecibles para algunos hombres, porque existe un hándicap de limpieza y de olor. Pero eso de que tener la regla no es sexy es una pamplinada como una catedral de grande.

Además, somos humanos, nos somos princesas Disney ni el concepto sexualizado que existe en el mundo respecto a la mujer. Ahora me dirán que ellos desprenden energía sexy cuando están buscando pelotillas en su propio ombligo ¡Anda y que les follen!

¿Podemos dejar de pretender que las mujeres debemos ser sexys everywhere everythime and forever? ¡Gracias!

Así que oye, si somos libres para pedir un kleenex, un ibuprofeno o para ver como nuestros amigos se pasan condones entre ellos como auténticos machos alfa a punto de ser coronados, el próximo mes, yo pienso meterme al baño con una compresa en la mano.

¡Libertad para nuestros coñis sufridores! ¡Por bastante pasamos como para demonizar nuestra propia naturaleza!

M.Arbinaga