¿Os acordáis cuando os podíais equivocar y no pasaba nada? Todos los recuerdos me llevan a la infancia, aprendías a andar y te caías, a hablar y decías la palabra mal y toda tu familia se reía pero no con maldad, si no con cariño y luego te decían como debías de decirlo bien ¿Pasaba algo? Sí, que del error aprendes a hacerlo bien, y no piensas “ mierda , mierda, la he cagado”, no, solamente, estabas aprendiendo.
En el cole todavía estaba presente el poder equivocarse, todavía, por lo menos en mi caso, podía hacer los deberes y los exámenes a lápiz, que te equivocabas, borrabas y lo volvías a hacer, que te seguías equivocando, borrabas hasta que hacías un agujero tan grande que podías ver mas allá del papel y tenías que pedir con vergüenza otra copia porque te habías equivocado. Sí amiga, con vergüenza, aquí ya vamos notando como los errores se hacen importantes pero todavía estaban un poco justificados porque estas en pleno crecimiento y bueno, te lo dejaban pasar pero ya había algo de intención cuando te decían “ No pasa nada, te doy otro y lo intentas de nuevo pero piensa antes de hacerlo, si no, ya no te daré más”. Ahí ya estás viendo, que no pasa nada pero sí que pasa, que lo más grave que te podía pasar era que te quitaran el recreo o que tus padres no te dejaran ver tu serie favorita y para mi era un castigo de los grandes, ya solo con eso, sabías que equivocarse ya no estaba tan bien visto y que tenías que hacer las cosas a la primera.
Ahora viene mi etapa favorita y la de mucha gente, la adolescencia. Muchos dicen que es la mejor etapa de su vida, otra que le da igual y otra, en la que yo me incluyo, que fue una etapa horrible, y más si se ríen de ti por se diferente y no pillas las cosas a la primera, repetir curso y no porque pasara de estudiar (un poco también, no me voy a poner de santa), si no, que no me gustaba lo que estudiaba y me costaba estudiarme un párrafo más que al resto. Siempre he sido muy lenta para aprender, he hecho las cosas tarde, sacarme una carrera, salir, hablar con chicos de forma normal y no como si fueran extraterrestres, aunque bueno eso es ya otro tema, que me estoy desviando del asunto, lo siento. ¿Lo siento? La palabra que sale siempre de mi boca cuando hago algo fuera de lo común, inesperado o sobre todo me equivoco o me voy por las ramas, y te preguntarás ¿A qué se debe? A que a partir del instituto tenía que usar bolígrafo permanente para poder hacer un examen y deberes o si no, hacerlo por ordenador por que así, si te equivocas el corrector te lo “mejora”.
Personas del mundo, equivocaos y no os sintáis mal, no pidáis perdón por todo, solo cuando realmente sea necesario. Todos cometemos errores, incluso son necesarios tanto para aprender de ellos, como para luego tener anécdotas y reírse una con vuestras mejores amigas o con una misma. Lo bonito que es decir “ Luisa, te acuerdas cuando le hablaste a ese pavo creyendo que era Luís, porque estaba todo muy oscuro?” Lo pasas mal, pero luego hay que echarse unas risas y no sentirte culpable por utilizar un lápiz y borrar , puede que haya algún que otro borrón pero amiga mía, la perfección no existe.