Nos encantan las listas, y unas de las más importantes que puede haber son las de los mejores y los peores polvos de tu vida.
En esta ocasión me gustaría indagar un poco acerca de los peores, y empiezo preguntándome
¿De verdad son los peores? ¿Por qué? ¿Cómo han llegado hasta ahí?
1. Probablemente pienses que si se duermen mientras lo estás haciendo, sea uno de tus peores polvos y se merezca estar en esa lista.
Yo lo veo y lo subo, porque si dos minutos antes de dormirse, ¡cuando pensabas que estabais empezando, el acaba y te salta con un:
“ufff que falta me hacía”
Pues que quieres que te diga, ¡se lleva el podio!
2. Otra de las cosas que por estadística están en el top 3, son los polvos que duran minuto y medio, o medio minuto, no hay más preguntas señoría.
3. A continuación, tenemos aquellos en los que no notas el miembro de tu amante, aunque parezca imposible, esto pasa, y la verdad es que es bastante desconcertante.
4. Más allá de los aspectos puramente temporales y físicos, tenemos una base crucial, la gente egoísta que solo piensan en ellos. Me vas a perdonar, pero creía que esto del sexo era cosa de dos… si sólo vas a pensar en ti sin importarte nada más, ¿para qué te necesito?
5. No podía faltar en esta lista, el tema bajonazo, pero bajonazo de verdad, de los que no tienen punto de retorno. Momento que suele ser estigmatizado y si bien puede ser difícil de gestionar, yo lo desdramatizaría y le quitaría importancia, en mi opinión es mejor reírse a empezarse a hacerse preguntas tipo, ¿es por mi culpa? O intentar que aquello vuelva a su ser, en serio, déjalo estar ¡esas cosas pasan!
6. También deberíamos hacer una mención a los que no se callan ni bajo agua, piensa lo que quieras… pero sí, esos que constantemente están hablando.
Que una cosa es comunicarse y la otra marcarse un monólogo, sobre todo si dicen cosas que te hagan gracia, tipo “fúndete conmigo”
Pero que me funda cómo, ¿a lo gruyere o a lo provolone?
7. Para terminar aunque podría seguir ampliando la lista, quiero hacer una mención especial a los que cuando han acabado se ponen a mirar Instagram y a hablar con una amiga, espero que al menos le este diciendo que follo bien…
En fin, esto es solo un ejemplo de los muchos que pueden formar parte de la lista, pero la verdad es que detrás de cada uno de ellos hay un follodrama digno de ser contado, porque al final lo más importante son las anécdotas y las risas que te quedan al recordarlos.
