La sexualidad y sobre todo al  principio de las relaciones suele ocupar un papel muy intenso e importante.

Es el momento donde todo son tocarnos, besarnos y estar con el otro como conejos. Le añadido de la novedad y que es la fase de la relación donde más pasión hay hace el resto.

Pero existen personas que, como sienten que tienen sexo “asegurado” con su pareja, y que cada vez que les apetezca a ambos se pueden dar una alegría, pueden caer en el erro de desatender la sexualidad a solas.

 

Es normal que cuando tenemos una relación, la frecuencia de la masturbación disminuya un poco, antes podías hacerlo a cada rato y ahora tu furor uterino está más calmado, pero no por ello debemos dejar de practicarlo ni mucho menos.

Está claro que si vas a ver o a estar con tu pareja con bastante frecuencia, prefieras compartir el momento sexual más con la otra persona que a solas, o que si ese día vais a quedar y sabes que puede que tengáis un polvete de los vuestros, decidas no jugar con tu querido succionador de clítoris.

Esto dentro de los límites de la lógica está genial, el problema viene cuando sentimos la necesidad o en este caso la no necesidad de masturbarnos, porque ya que tenemos pareja, parece que toda la responsabilidad de nuestra actividad sexual depende del otro.

Pero esto a la larga puede suponer un problema, principalmente y sin irte muy lejos para tu deseo sexual.

 

Este es como una pequeña fogata a la que tienes que ir echando troncos para que no se apague, pues bien amiga mía si el único tronco que echamos es el de nuestra pareja, corremos el riesgo de que se nos apague (o de que baje el nivel) y no nos demos cuenta.

Es entonces cuando aparecen los famosos problemas de deseo sexual que tanto nos pueden traer de cabeza.

Por lo tanto una de las mejores formas de mantener nuestro deseo entrenado y activado 100% es trabajándolo tanto de forma individual como en pareja.

Otro factor muy importante a tener en cuenta es que, nuestra pareja no está siempre con nosotros, es decir, a mi me puede dar un calentón a tal hora y mi pareja este en el curro, de fiesta o de viaje y entones que hacemos ¿nos aguantamos?

Pues sinceramente no hay necesidad de ningún tipo, la sexualidad es cosa de cada uno y la vivencia es única, si tu pareja no está cerca o simplemente te apetece, no debería suponer ningún problema para nadie.

Es importante entender que la masturbación no es un sustituto de nada, es un complemento.

Porque yo me masturbe teniendo pareja no quiere decir que esté insatisfecha, ni falta de nada, simplemente es un complemento más a mi sexualidad, que además tiene muchos beneficios.

Al principio de la relación puede que los niveles de la masturbación disminuyan un poco, pero con el tiempo se estabilicen algo más, aunque la mayor parte de tus encuentros sexuales sean con tu pareja, la masturbación no debería desaparecer nunca.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

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