Hola Soy Emma, me conoceréis por ser una de las mujeres más guapas del mundo y también por hacer artículos de estudios absurdos, igual que todos los que escribo.

Pues un equipo de científicos de Kentucky seguro (ya que allí cada día se les acaban las existencias de pollo. De hecho, ya no dan a basto a criar pollos y están robándoselos a otros estados) ha estudiado porqué es más probable que nos demos un atracón de pizza que de ensalada.

La respuesta ya la digo yo sin ser científica ni nada y es: «Por que está más buena». Estos también se habrán roto la cabeza con el estudio.

Si no saben que estudiar, yo les daría unas ideas  y problema resuelto. Si es que solo  hacen estudios para joder a la población en vez de para hacerles la vida más agradable.

Bueno pues los científicos estos dicen que hay una red específica de comunicación neuronal en la región del cerebro, o sea la que dice «¡Olé, patatas fritas!» o «¡Puto brocoli!». Y esa red te motiva a seguir comiendo a pesar de que las necesidades ya esten satisfechas.

Vamos, lo que ya dijo Dios que era un pecado y lo puso hasta en la biblia, la puta gula. Este circuito cerebral es un subproducto de la evoloción. Normal si en el Paleolítico no habían Doritos, pues les importaba un carajo comer más mamut o menos.

Total que el comer por puñetero placer es por culpa del centro emocional del cerebro (¿será el mismo que te hace querer comerte a Jason Momoa cuando sale en las series?). Y que cuando les eliminaron estas neuronas a los pobres ratones con los que hacían el experimento dejaron de comer y se volvieron fit. Porque pasaban por delante de un queso manchego  y ni caso le hacían.  Y en poco tiempo se quedaban en su peso ideal y ya podían ir a comprarse ropa a Bershka.

¿Por qué le hacéis eso a los ratones ¡Cabrones!

Total que yo el resumen que saco de todo esto es que uno:  Desconfiad de las personas que conozcáis que se peguen atracones de bolsas de espinacas o de zanahorias. Esas les han frito las neuronas los del estudio y quién sabe que pueden llegar a hacer después de unos meses sin grasas trans.

Y dos: Que estos doctores, en vez de hacer estudios básicos que todo el mundo sabe. Se podrían dedicar a hacer coles de Bruselas con sabor a donuts, lechuga con sabor a guacamole, zanahorias con sabor a Doritos, y un largo etcétera. Y así pues dejan a los puñeteros ratones tranquilos, que mira que nacer ratón para que te pongan a dieta es ya puñetera mala suerte.

Solo quiero comer zanahorias el resto de mi vida.

Cuando vuelves a tu habitat ya veo a los demás discriminándote en plan: «A este rechazadle, que se ve que no ha comido en meses y nos quita las reservas». Y el otro pobre: «No, si yo ya paso del queso y de todo lo bueno, ahora me encantan las cacas de gusano que son proteína pura y sin grasa, y las raíces de las plantas». Y  los otros ratones: «Uff este tío esta trastornado, llamad al gato de la esquina y que se lo coma ya». Y fin de su vida.

Así es que por favor, empiecen a  hacer cosas útiles, por la humanidad, por la salud, por mi, por mis amigas y por Ratatouille.