Pros y contras del sexo de reconciliación

 

Qué típico eso de que estás discutiendo con tu pareja acaloradamente, se hace el silencio unos segundos y, de pronto, os besáis con pasión, tiráis al suelo todo lo que hay en la encimera y echáis un polvo tan épico que se derrite hasta la lechada de los azulejos de toda la cocina.

¿No?

En los libros y en las pelis, por supuesto que sí.

En la vida real… es algo menos frecuente.

No obstante, si este cliché está tan trillado, por fuerza debe tener alguna base real.

Así que vamos a partir de la base de que este tipo de encuentros sexuales fruto de apasionadas discusiones es más común de lo que pueda parecer y pasemos a analizar los pros y contras del sexo de reconciliación:

 

-PRO: La actividad sexual nos proporcionará placer, el placer nos ayudará a liberar tensiones y, en general, nuestro ánimo mejorará. Lo cual ya de por sí es una gran ventaja.

 

-CONTRA: Si alguna de las partes no queda, digamos… satisfecha, el polvo de reconciliación no habrá servido para su cometido principal, sino para todo lo contrario.

-PRO: El sexo nos distraerá y nos ayudará a olvidar qué era lo que nos tenía tan cabreados.

-CONTRA: Lo olvidaremos… momentáneamente, lo que tarden las hormonas y las endorfinas, o cualquiera de esas cosas terminadas en -ina y que nos ayudan a sentir algo parecido a la felicidad, en regresar a sus niveles normales o en desaparecer del todo. Tarde o temprano, nos acordaremos y nos volveremos a cabrear.

 

Pros y contras del sexo de reconciliación

 

-PRO: Es una forma cobarde sutil y sencilla de pedir perdón. Reconozcamos que a veces nos calentamos, nos obcecamos y entramos en un bucle del que nos cuesta salir. Incluso aunque nos demos cuenta de que no tenemos la razón, o de que la cosa no era para tanto. De forma que tal vez tirarnos al morro de nuestra pareja y quemar el mal rollo en la cama nos resulte una opción más atractiva que la de bajar cabeza y pedir perdón.

 

-CONTRA: Ese perdón velado no servirá de mucho si no llega a materializarse en un señor perdón de verdad. Nos colará una vez, quizá dos o alguna más, pero el sexo disfrazado de disculpa tiene una validez muy cortita.

 

-PRO: El subidón poscoital nos predispondrá de alguna manera al perdón y aligerará el ambiente para que podamos tratar la cuestión con mejor actitud.

Pros y contras del sexo de reconciliación
Foto de Cottonbro en Pexels

-CONTRA: Existe el riesgo de que acabemos teniendo sexo como único medio de solución de los conflictos de la pareja. O, lo que es peor aún, de que alguno de los dos provoque las peleas con el objetivo de echar un polvo salvaje.

Pros y contras del sexo de reconciliación

 

PRO: Un buen rato de sexo podría facilitar la posterior resolución y el entendimiento entre las dos partes cuando uno de los miembros de la pareja, o ambos, tiene dificultad para expresar con palabras sus sentimientos y emociones.

 

CONTRA: La comunicación en la pareja no debería limitarse a esas treguas tras la actividad sexual. Si reducimos el diálogo a esos momentos, nuestros problemas se irán acumulando y enquistando, haciendo que cada vez sea más y más complicado deshacerse de ellos.

 

A modo de resumen podemos concluir que el sexo de reconciliación puede estar bien y ser una herramienta útil en ciertos momentos. Siempre y cuando no se convierta en una rutina y un modo de resolver conflictos serios, pues, a largo plazo, es muy probable que descubramos que no estamos resolviendo nada.

 

¿Estás de acuerdo?