Mi suegra no me dio la vida, pero…


Hola, Loversizers


Siempre veo post de gente quejándose de sus suegras, diciendo que se meten en todo, que son malas personas que no dejan de meterse en sus vidas y ciertas situaciones que a mí me dejan boquiabierta porque no es algo que a mí, personalmente, me haya pasado.
Todo lo contrario.


Sé que tengo suerte en ese tema, que no todas son iguales y hay suegras que se merecen el cielo, como la mía.
Llevo 15 años con mi pareja, básicamente desde que yo tenía 15 años.
La conocí cuando llevaba 4 días con mi marido, así que imaginad, una adolescente con novio recién estrenado que se va a la cabalgata de Reyes y se topa con sus suegros por primera vez.

 

Fue ese típico instante de ¡tierra trágame! Y más, cuando yo era super tímida, poco habladora y ella una andaluza con mucho desparpajo. Fueron pocos minutos, pero algo me dijo que me llevaría bien.
Y así ha sido.


Hace diez años murió mi madre, y desde entonces, creo que mi relación con ella ha ido afianzándose de tal forma que pueda considerarla como mi segunda madre. Es atenta, se preocupa por mí incluso más que muchos de mi familia. Está siempre ahí para apoyarme, y cuando he estado mal por algo, ella siempre ha tenido gestos impagables conmigo que de verdad no sé cómo agradecer.


Me siento como si fuera una hija más, y eso que tiene tres. Tengo más confianza con ella que con mi propio padre y desde que me detectaron mi enfermedad, no hay día que no haya preguntado o que se haya interesado sobre cómo voy. A veces me abruma ese cariño, no sé, será porque aunque escriba romántica, en mi vida real soy un poco rancia y seca, pero cuando lo pienso, lo único que copa mi mente es la suerte que tengo de tenerla, porque sé, que en ciertos aspectos de mi vida actual, sin su ayuda, tanto mi pareja como yo, estaríamos bastante en la mierda.

 

Dudo que lea esto, porque lo dicho, me daría una vergüenza tremenda, pero la quiero un montón. Es una mujer luchadora, superviviente de un cáncer, que adora a sus hijos y nietos y que aún le queda hueco en su corazón para su nuera y sus yernos. Es la primera en correr cuando te ocurre algo, sin importar lo que sea. Te aconseja, da cariño, vamos… Lo que hace una madre, esa que yo tanto echo de menos desde que se fue, pero conociéndola, se sentirá bien al saber que mi suegra me da ese apoyo tan maternal que ella ya no puede.

Te quiero mucho, suegra. Aunque puede que nunca lo vocifere, porque lo dicho, soy una rancia.

Así que todo aquel que tenga una suegra que os muestre un cariño similar, agradecedlo. Sé que no es lo general, pero hay muchas que de verdad consiguen ver en las parejas de sus hijos un miembro más de la familia.

Melanie Alexander