Mis tetas equivalen a 74 huevos de chocolate.

Puede ser que estés pensando que se me ha ido, que tantos días de cuarentena no me están sentando bien pero os prometo que es un dato contrastado y que no me he inventado yo en una tarde aburrida.

¿Qué de que hablo? De la maravillosa campaña de Curvy Kate, marca de lencería especializada en tallas grandes se ha marcado.

¿Qué comida son tus tetas?

Averiguarlo es muy fácil.

Sólo tienes que ver el vídeo que han creado, pararlo justo en tu copa y dejarte asombrar por la equivalencia. Las copas son inglesas, por lo que sino sabes cuál es la tuya corre a buscar un conversor online para averiguarlo.

¿Dónde puedes ver el vídeo? Pincha aquí.

¡Ah! Las copas son las denominadas grandes.

Vamos, la que no encuentras en la cadena de lencería de moda. Vamos, que si la cámara de fotos de tu móvil alguna vez encuadro una teta tuya como si fuera una cabeza, estará en este vídeo.

Huevos de pascua, cookies, bizcocho, brownie, donuts, macaroons…. El mundo de la repostería a nuestras tetas.

Si esta iniciativa llega a hacerse en España, hay que reconocer que somos más castizos y hubiéramos comparado con platos contundentes: un cocido de garbanzos, una buena fabada, una paella valenciana… pero oye, que las tetas sean el toque dulce de la comida me parece maravilloso.

74 huevos de chocolate. 12 brownies. 18 cupcakes. 35 donuts. 125 macaroons. Esta son algunas de las equivalencias. Y podría seguir.

 

Ahora miro con otros ojos el amor de mi señor marido por el chocolate.

Ahora entiendo mejor eso de que siempre hay sitio para el postre. Porque claro, si tienes a la otra parte contratante empachada de comer y le dices «ven, que te vas a comer dos platos de garbanzos» probablemente pasepalabra pero oye, tú después de una comilona le dices «ven que te vas a comer unos cuantos donuts» y estoy segura de que ya no necesita sal de frutas para la digestión.

Andamos por el mundo empachando a la gente y provocando digestiones copiosas sin saberlo.

Mis tetas pesan lo mismo que la malla de naranjas de zumo del Mercadona. Y joder, con qué facilidad maneja mi chico esas bolsas de red. ¿Se les irán también las vitaminas a mi pechamen sino se los comen pronto?

Hay una copa de sujetador que equivale a dos cuencos llenos de lacasitos. Si algún día tengo que cambiar de tetas, que sea por éstas.

Y qué me decís de las que equivalen a botes de nocilla, con el gustazo que es comerse un bote tras otro a cucharadas. Orgasmo gastronómico asegurado.

 

Maravilla de comparación. La idea de arrasar en huevos de chocolate en el super la próxima semana y llenar mi sujetador deportivo de ellos cobra fuerza en mi.

 

 

IMÁGENES: Curvy Kate.