Existen toda clase de gustos, tantos como los colores, y con colores me refiero al Pantone entero no solo a los 7 colores del arcoíris. El origen del deseo que nos puede suscitar una parte de la anatomía humana que en principio no tiene carácter sexual, y no otra, aún no se ha descubierto por completo. 

Sí, sabemos que las feromonas hacen de las suyas, que, a veces, se encuentran por todo nuestro cuerpo bailando el ritual de la lluvia y que atraen como imanes las miradas y las pasiones. Pero, ¿qué es lo que hace que nos fijemos en ciertas partes? Manos, orejas,  los huesos de la clavícula… Y ¿qué les hace ser sexys? ¿Qué hace que una mirada instantánea a un lugar del cuerpo en concreto nos ponga como una Kawasaki Ninja H2R a tope de revoluciones?

Quis novit? Who knows? Lo que tenemos claro es que hay personas que se excitan solamente con ver unos pies que a su juicio son muy atractivos. Otros, sin embargo, ven unas pantorrillas moldeadas y se engorilan lo más grande. También abundan los que tienen los ombligos como templo griego del erotismo. Los preferimos morenos, rubios o pelirrojos. Altos o más bajos. Pero uno con los hombros bonitos o que tenga un mentón pronunciado, también en eso tenemos preferencias.  Es cierto que en temas sexuales y de atracción, cada individuo es único, como en muchos aspectos de la vida. Nuestra psique supera con creces a los más enrevesados guiones de series de Netflix. Y solo a veces, encontramos a alguien que comparte los mismos desórdenes que nosotros: “cómo me pone un…”, “¡y yo que pensaba que sería la única…!”

Habitualmente, aquello que se sí podemos ver, inconscientemente nos aventura a imaginar lo que no podemos ver a simple vista. Y en eso puede estar el quid de la cuestión sexual de, por ejemplo, los dedos gordos de las manos. Como cuando en el cine vemos un tráiler antes de que empiece la película que íbamos a ver y pensamos “esa parece buena, la tengo que venir a ver”. En realidad, pocas veces lo cumplimos y si por casualidad volvemos a verla, por desgracia, luego casi nunca es como la imaginábamos cuando la vimos anunciar.  En el caso del cuerpo masculino, algunas teorías se amparan en que aquellas zonas visibles nos pueden dar una pista sobre el tamaño de su miembro viril, un tráiler de cine para nuestras mentes calenturientas.  Sin embargo, la leyenda de: si tiene las manos grandes, tendrá un miembro acorde, o depende de la longitud de su nariz está mejor dotado o no,  no siempre es un mantra 100% efectivo. 

Si esta fuera la razón ¿las nucas?, ¿alguien puede explicarme por qué me excitan las nucas???

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