Salir de fiesta siendo mujer es como ir al Grand Prix siendo la vaquilla, sabes que lo vas a pasar mal y que te va a tocar aguantar a algún que otro gilipollas toreándote. En ese momento tendrás tres opciones: responder de forma amable y que el gilipollas en cuestión lo interprete como que estás interesada, responder super borde y que te llamen malfollada o no responder y que te llamen malfollada también. A mí la expresión malfollada me encanta, así que siempre opto o por la bordería o por el silencio y una cara de oler mierda. Nunca falla.

A lo largo de estos años he ido anotando en mi agenda mental las frases más machistas, soporíferas y asquerosas que me han dicho de fiesta y que alguna vez le han dicho a mis amigas. Estoy segura de que vosotras las habéis vivido, así que comenzamos el Bingo.

  • Qué solitas estáis. ¿No queréis compañía?
  • ¿Tienes novio? Yo no soy celoso.
  • Te he invitado a un chupito, ¿no me das un beso?
  • Eres la que está más buena de tus amigas.
  • ¿A qué te dedicas? ¿Eres psicóloga? Uy, pues no te digo nada que me psicoanalizas.

Tú eres tonto y en tu casa no lo saben.

  • Es que las tías os maquilláis demasiado para salir de fiesta.
  • ¿No vas muy poco maquillada para salir de fiesta?
  • Os ponéis a perrear y luego os quejáis si os babean los tíos.
  • ¿No vas incómoda con tanto escote? Luego todos los tíos se fijan en ti.
  • Si fuera tu ginecólogo me chuparía los dedos (real que a este chico le llamé de todo y luego pedí al puerta, que es amigo mío, que le echase del bar).

¿Y sabéis que es lo mejor de todo? Que cuando pasas de ellos o les respondes de forma seca, todos los halagos se invierten y pasas a ser un orco de Mordor con el que estaban ligando por pena. Amigos, aprended a gestionar el rechazo porque dais una mezcla de pena y ganas de potar. Con cariño, una malfollada.