¿¡ALGUIEN ME EXPLICA POR QUÉ NARICES ABSOLUTAMENTE TODOS LOS PLANES QUE HAGO CON MI SANTO NOVIO INCLUYEN COMER, ACABAMOS COMIENDO O DIRECTAMENTE EL PLAN ES COMER EN SÍ?!

Real, somos incapaces de vernos y no acabar zampando como cerdos. Que sí, que a veces vamos de chicos de fit y nos hacemos ensaladita para cenar, pero la ensalada que nos hacemos lleva de todo menos lechuga, colega. Que al final es que ya no sabes si te estás cenando una jodida ensalada o el frigorífico entero con un poco de tomate para sentirte mal.

Es que de verdad, estando con él soy absolutamente incapaz de adelgazar, de estar a dieta o de plantearme comer sano. No sé si os pasa a todas las parejas del mundo, pero espero de todo corazón que a alguien más le pase. Igual es porque este es mi primer novio o algo, pero no hay nada que nos haga más felices que pedir un telepi y ponernos a ver netflix. Es que de verdad, de corazón, ESO NOS HACE FELICES, MUY FELICES.

Ya lo he hablado con él, nos hemos puesto en serio, hemos decido que NO vamos a volver a hacer planes que giren en torno a la comida, pero es que colega, hagamos lo que hagamos al final nos apetece comer. O antes, o durante o después. Si es que por favor, toda nuestra vida gira en torno a ingerir comida. Ya sé que la clave es intentar comer sano o poco, pero al final siempre nos acabamos liando por esto o por aquello.

Creo fervientemente que el problema es que a los dos nos encanta comer, rollo muchísimo y mira, él pues está fibradete y quema lo que come, PERO YO NO. Yo no y esto tiene que acabar, pero cuando lo tengo delante pues tampoco lo voy a castigar, no le voy decir ‘ay, no te comas eso’, porque el pobre no tiene la culpa, pero es que luego yo tampoco tenga la culpa de que me apetezca y mira, vamos a ser sinceras, tengo la fuerza de voluntad en el ojete.

YO NO PUEDO VERLE COMER UNA PIZZA CON PATATAS FRITAS Y YO COMERME UNA MANZANA, ES QUE NO PUEDO, NO ME SALE, SIENTO QUE ESTOY TRAICIONANDO A MI ESTÓMAGO Y A MIS PRINCIPIOS.

 

Que yo soy sana de toda la vida, de verdad de corazón, que si me pasaba comiendo, pues cenaba menos. He sido siempre de verduras y frutas, el capricho me lo daba los fines de semana, pero es que ahora tengo caprichos cada vez que le veo Y NOS VEMOS MUCHO.

Es que al final lo voy a tener que dejar. O eso o voy al psicólogo, porque de verdad creo que esto es de psicólogo, cómo puede ser que no sepa controlarme, cómo puede ser que Dios me odie tanto que no haya dado ni una pizca de fuerza de voluntad, cómo mis padres osaron darme este maldito cuerpo que gramo que como, gramo que engordo, cómo puedo ser tan desgraciada.

Así que nada chicas, decidme las que tenéis novios con físicos guays porque dios los han hecho así qué hacéis, porque mira que el tío cerdo come, come como un cabrón, pero es que no coge 200gramos ni lo maten, colega. Y YO COJO TODO, LO SUYO Y LO MÍO.

Es que de verdad me veo dejándolo eh, ‘oye perdona, que no podemos seguir juntos, me tengo que poner a dieta’.