Queridas hermanas: mi coño ha muerto

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.

Yo lo quería, él me quería a mí. Pasamos momentos inolvidables juntos: el día que nos encontramos el pene más gordo y grande que vimos en nuestra vida, un alemán precioso que bien orgulloso podía estar de su país porque podría ser el director general de Oscar Mayer, porque vaya salchicha; el día que tuvimos una experiencia lésbica por primera vez, que nos gustó muchísimo más de lo que nos esperábamos; el día que conocimos a un señor que nos encantaba y no había forma de hacer que se le levantara el pene… Ay, qué tiempos.

Ahora ya no, ya no reacciona, ya no me habla, ya no hay comunicación. He probado de todo: satisfyer, vibrador, pene de plástico, dedos a la antigua usanza… He leído libros eróticos, he vuelto a caer en el porno (por principios lo dejé y ahora encima me siento como una ex-adicta que recae), he pensado en todos mis ex, en todos los famosos que me ponen, en todos los polvos mágicos que echamos y nada, que no. Que ya no es lo mismo, que ya no siente lo mismo, que está en letargo, hibernando, muerto.

Hace poco vi este vídeo en Instagram de esta mujer que le hace hasta un entierro con discurso y todo, para despedirse, para decir adiós, para tener un closer. Yo creo que necesito lo mismo, porque vivo pensando en lo felices que fuimos, pero no lo termino de superar. Os lo adjunto para que veáis lo que todas deberíamos hacer:

https://www.instagram.com/p/B_dPViwjMZ-/?igshid=jn4run1xf5q4&fbclid=IwAR1tSZl4LdRt6R94AxASopmZG56JGDXP5vl5t-mFY3XmfT2C4bP6EOzGROI

No sé si después de la cuarentena revivirá de entre los muertos, resucitará según las sagradas escrituras o definitivamente se ha ido para no volver. Yo sólo sé que lo echo de menos, que pasamos grandes momentos justo y que esté donde esté le quiero y echo de menos.

Chocho mío, vuela libre, descansa en paz, fuiste un gran amigo y un mejor compañero, aunque también hemos tenido nuestras cosas, que mira que me la has liao con tíos que yo sabía que no, pero tú erre que erre con que sí y claro, como siempre hemos sido un equipo pues yo te he tenido que escuchar y he acabado peor que mejor. Pero bueno, no he venido aquí a echarte cosas en cara, de eso ya hablaremos cuando vuelvas, si vuelves.

Te quiero,

Siempre tuya,

Noelia.