Sesión de belleza
Mascarillas en cara y pelo, manicura, pedicura, exfoliaciones varias, cremas en cada centímetro de tu cuerpo, acabar con todos esos pelos que están fuera de sitio… Dedicar un día entero a mimarte, ponerte a punto y recordar lo buena que estás en cuanto te dedicas un ratito es algo que nos sienta bien a todas.
Haz una escapada de fin de semana
Basta ya de tener que esperar a que tu pareja o amigos quieran ir a un lugar para poder conocerlo. Pocas cosas son tan apasionantes como descubrir una nueva ciudad estando sola, y pasar unos días conociendo sus calles, rincones, y secretos; creando un recuerdo inolvidable. Cójete un vuelo low-cost hacia cualquier destino que tengas pendiente, y deja que la ciudad guíe tus pasos hacia nuevas aventuras.
Visita un museo
Seguro que en tu ciudad hay más de un museo lleno de cosas interesantísimas, al que no entras nunca porque total, ya está ahí, y ya irás otro día. Hora de desperezarte e ir a empaparte de cultura. Pocas cosas son, al menos para mi, tan íntimas como el arte, y proporcionan una vivencia tan subjetiva. Enamórate de un cuadro, de una escultura, párate a observar ese objeto abstracto que te fascina, un color que te maravilla, una composición que te dice algo más que el resto. Entérate de la historia que hay tras cada obra, o inventa la tuya propia. Seguro que repites.
Lee
Si hay una actividad que es complicado hacer en compañía, esa es leer. Apaga un rato tu smartphone, coge de la estantería esa novela que tienes pendiente, y sumérgete en su historia. En tu casa, en la playa o en un parque al sol en verano, con un buen café en invierno…. un libro puede ser tu mejor compañía, y la puerta a un mundo completamente nuevo y fascinante.
Mastúrbate
Te apetece horrores tener sexo, pero no tienes a quien llamar. ¿Salir de fiesta a ver si hay suerte, o…? Saca del cajón tu juguete sexual favorito, pon música relajante, una película que te inspire, lee un relato erótico…. o simplemente deja volar tu imaginación. Nadie como tú para conocer tu cuerpo, lo que te gusta y para tener una garantía al cien por cien de que vas a llegar a donde quieres llegar. Disfrútalo.
Ve de compras
Ir de compras con alguien acaba demasiadas veces en caras de resignación por para de tu acompañante, contigo comprando cosas que tampoco te gustan tanto por sugerencia de tus amigas, o con ese vestido tan mono quedándose en el comercio después de que tu madre te echase su mirada de a dónde crees que vas con eso. Dejarse asesorar está bien, por supuesto, pero acabas de cobrar tu paga extra, quieres darte un capricho, y no tienes ganas de que nadie te maree. Qué mejor que perderte en un centro comercial y quemar la tarjeta durante unas horas… nadie como tú para saber lo que quieres regalarte.
Maratón de series, películas y comida basura
Hay días en los que, simplemente, no tienes ganas de salir de casa. Nada de sentirte culpable por ello. Seguro que tienes un montón de capítulos sin ver de tus series favoritas, que te apetece empezar esa nueva de la que habla todo el mundo… o quién sabe, tal vez quieras ver Bridget Jones por enésima vez. ¡Adelante! Hora de atrincherarse en el sofá con pizza, palomitas y helado de chocolate suficiente para no tener que salir de él en unas cuantas horas.
Ir al cine, al teatro o a cualquier espectáculo
Seguro que más de una vez te has quedado sin ver una película, una obra de teatro o un musical por no tener con quién ir a verlo. ¿Por qué no ir sola? Al fin y al cabo, durante el espectáculo no vas a hablar con tu acompañante sino a estar atenta al escenario, así quela experiencia será similar… y si tienes muchas ganas de compartir tus impresiones al acabar, ¿por qué no pruebas a charlar con la persona de al lado? Disfrutar de la cultura puede ser igualmente entretenido estando sola o acompañada.
