Hoy quiero hablaros de ese sentimiento de culpa tan característico del género femenino.

No sé si es debido a la educación que nos han impuesto o algo muy característico de nuestros cromosomas XX.

En mi caso llevo sintiendo culpa desde que era muy joven.  Primero culpa por no poder cuidar de mis abuelos debido a la distancia, luego culpa por involucrar a mis padres en temas económicos, luego más culpa por tener que trabajar y no poder estar más tiempo con mi hijo y ya por último hasta culpa por engañar a una persona que ha estado engañándome toda la vida.

¿A qué se debe esto?

Pienso fríamente que igual es un concepto cultural e histórico del papel de la mujer. Hasta hace bien poco nuestro papel fundamental era el de cuidadora, y digo cuidadora que no madre porque además de cuidar a nuestros hijos si tenemos padres enfermos casi siempre se responsabiliza del cuidado la parte femenina.

Después pienso que también es algo genético, porque incluso en los animales salvajes es la hembra la que cuida a sus cachorros y los protege.

Pero ¿por qué ese sentimiento de culpa si no podemos hacerlo como nos gustaría? ¿Por qué siempre sentimos que no lo hacemos bien? Y ya en el caso de los ex ¿por qué sentimos que los traicionamos si ya son ex?

Todas tenemos que hacer un pensamiento profundo y empezar a rebelarnos contra esto, somos personas y tenemos vida y, quizás, fallamos y ¡NO PASA NADA!

No pasa nada si un día tenemos que trabajar más y no podemos darle el beso de buenas noches a nuestro hijo, o si queremos ir a tomar una cerveza y dejarlo con sus abuelos. Menos pasa si después de una relación fatídica quieres tirarte al primero que pasa, eres LIBRE para desear a quien quieras y, ¡qué más da lo que digan!

Tenemos que quitarnos tabúes impuestos por una sociedad patriarcal, basada en una historia machista.

Poco a poco cada vez hay más mujeres que se rebelan pero hay demasiadas que aún no lo hacen.

Merecemos ser felices, sin sentimientos de culpa y sobre todo ¡LIBRES!

 

JANA