Llevo mucho tiempo leyendo lo felices que son las mujeres y hombres delgados, pues bien he aquí mi visión sobre el asunto.

Nos han hecho pensar que el estar delgado da la felicidad, que tener una talla 34 te dará dinero, amor, éxito en el trabajo, el anillo del señor oscuro Sauron. Pues bien, yo que de toda la vida he sido muy observadora me he puesto a investigar en mi entorno a ver si eso es cierto, ya que yo tengo una talla 42 y perdonen, pero no me considero infeliz.

Pues bien, mirando en mi entorno laboral como tengo la suerte de trabajar en un sitio con muchísimas personas observo que un alto porcentaje de las personas con talla 34 (la bonita, la talla que cuenta, la que te hará feliz) no da la felicidad.

He observado que esas personas aun teniéndolo todo (y cuando digo todo me refiero a lo que nos dicen que es todo) son igual de inseguras o más, poco naturales en su comportamiento, lloran por las esquinas porque no entienden la razón por la que los hombres solo las utilizan, y después de dos polvos no vuelven a saber de ellos.

Ellas también lloran, como todas.
Ellas también lloran, como todas.

Estoy cansada de ver cómo me venden lo que seré si llego a la 34, pero viendo mi alrededor cada día lo tengo más claro, quiero ser como: soy alegre y feliz y si algún día estoy en mi peso ideal no quiero que sea a costa de lo que soy hoy, una mujer contenta con su personalidad, que, aunque tenga sus complejos se supera día a día para vencerlos (como sentirme orgullosa de ir a la playa con gente desconocida, algo que no hacía antes o simplemente tener sexo con la luz encendida).

Tengas la talla que tengas lo más importante eres tú, solo tú y cómo eres por dentro, porque si tu base no es buena dará igual la talla que tengas, serás infeliz.

Cultívate como persona, tu autoestima, tu cultura, tu ocio, tus amistades, tus amores, y claro tu cuerpo. Cuídalo que estará toda la vida contigo, pero no te machaques por no ser 34 porque eso no será lo que haga feliz ni mejor persona.

Virgy