Me pasa que he tenido muchas relaciones en la vida, me pasa que soy una persona muy pasional, disfruto en la cama y lo doy todo, eso sí, no siempre lo disfruto igual. He estado con hombres que por mucho que lo han intentado no consiguen que me sienta cómoda, que no hacen que me olvide de mis miedos o inseguridades y que me impiden disfrutar al cien por cien del sexo. No les culpo, soy yo quien tiene eso en la cabeza, por eso encontrar una persona que me folle como Dios y me haga sentir especial, nivel diosa del Olimpo, cuesta.
¿Sabes esa gente que desde el minuto 0 te da una confianza que ni tu madre? Pues eso me pasó con él, fue verle y sentir que le conocía de siempre. Sale todo perfecto, le besas y las lenguas llevan el mismo ritmo, sus manos recorren tu cuerpo como a ti te gusta, mete la mano entre tus piernas en el momento oportuno y te desnuda en el orden que deseas. Te come, te toca, te penetra, ardes. Te apetece hacer todo lo que con otros no te has atrevido o no has ‘podido’, ya sea por el corte que te daba proponerlo o por esas barreras mentales que todos nos hemos impuesto alguna vez. La sensación es rara, porque sabes que en otras circunstancias acabarías de follar y te taparías con la manta, o cuando te vas al baño te vistes para que no te vea la celulitis o tu culo gordo. Pero con él, que es la primera vez que le ves, no necesitas nada de eso. Logra que te sonrojes cuando mira ese michelín que tanto odias, pero no por lo de siempre, esta vez te pones roja porque notas en su mirada que esa ‘imperfección’ es algo que él convierte en sexy y natural. Quieres que te mire entera, que vea tus imperfecciones y las convierta en perfecciones. Y lo consigue. Es la cura a tu autoestima de mierda, es la confianza personificada.
Hace poco leí:
Do you think the universe fights for souls to be together? Some things are too strange and strong to be coincidences.
Tal vez sí, tal vez el universo lucha por juntar almas y somos nosotros quienes nos empecinamos en separarnos. Seguramente pensemos que son coincidencias. Yo cuando me encuentro con alguien así creo que es algo más fuerte que una bonita casualidad, no hablo de amor, hablo de encontrar a alguien con el que te sientas tan bien que quieras tenerle siempre a tu lado. Ya sea un amante o un amigo, pero esa gente hay que mantenerla, la que te hace sacar lo mejor de ti y te hace brillar. Gente que te anima a ser tú mismo, sin miedo a que te juzguen o critiquen. Ellos muchas veces no son conscientes del bien que hacen. No saben que gracias a ese abrazo te han salvado de un día de mierda. Hablas con ellos 5 minutos y te provocan una sonrisa durante 24 horas
Esa clase de personas me enganchan, hacen que quiera más y provocan que quiera darles todo. No sabes si sienten lo mismo cuando les miras, cuando en medio de la noche te urge tocarles aunque sea con el dedo pequeño del pie para notar ese calor que tanto te reconforta. Quizás no ven esa conexión tan especial que tú crees haber encontrado, pero no pasa nada, porque al final de lo que se trata es de vivir ese momento tan intensamente que puedas mirar atrás y saber que hubo alguien que para ti fue una de esas estrellas que te iluminan todo el tortuoso camino hasta encontrarte y amarte.
Por las estrellas.
