Las mujeres somos muy conocidas por hacer cambios radicales en nuestro aspecto o en nuestras vidas luego de pasar por una mala racha. Desde teñirnos el cabello hasta cambiar de ciudad o país de un día para otro al sentir la necesidad de un cambio drástico en nuestras vidas.

Como todas bien sabemos, el 2020 fue un año de locos; entre la pandemia, los desastres naturales en algunos países, la cuarentena, tantas locuras pasando en un mismo instante que nuestros cerebros no podían asimilar de forma regular. Fuera de las cosas externas que estaban sucediendo en el mundo, el 2020 también fue un año donde muchas pasamos por grandes procesos y cambios personales; desde encontrar pareja hasta terminar un matrimonio de años, pérdidas de empleo o incluso encontrar nuevas oportunidades lucrativas, cerrar de manera casi obligatoria capítulos de nuestras vidas a los que estábamos completamente aferradas y dando paso a las nuevas grandes oportunidades, combatir grandes miedos y alcanzar infinidad de sueños. El 2020, en definitiva, fue el año más controversial para la vida de muchos.

La razón por la cual he empezado con este recuento del 2020 es porque, de forma personal, el 2020 para mí fue una montaña rusa de vivencias y emociones. Desde encontrar a una persona a quien amar hasta perder personas que consideraba mis amistades, sin embargo, más allá de eso, el 2020 fue el año en el que aprendí a amarme a mí misma y mi primer paso para demostrarme amor fue terminar la relación que tenía con la chica que consideré la persona soñada ya que era lo mejor y porque sabía que merecía a alguien que realmente me amase al 100% y no un amor a medias, cosa que en relaciones anteriores (incluyendo de amistad) nunca había hecho por miedo a estar sola.

A las semanas de haber terminado la relación, me encontraba sola en casa, triste pero con fuerza al mismo tiempo y visité a un par de amigas muy cercanas y una de ellas había tenido el valor de hacer algo que yo tenía AÑOS soñando: raparse el pelo. Cuando vi a mi amiga sin un solo pelo en su cabeza (por decisión propia) y tras haber pasado meses viendo vídeos de chicas realizando esta acción, me sentí motivada y lista para dar ese cambio tan drástico en mi vida. En ese momento me dije a mí misma “si ella puede, yo también” y, al volver a casa, lo consulté con la almohada.

Me pasé toda la noche pensando en los “y sí…?”, llenando mi cabeza de complejos, miedos y estupideces causadas por los estereotipos que la sociedad impone sobre cómo debe ser la mujer perfecta hasta que me grité a mi misma (en mi mente, por supuesta) “¡basta ya! Mañana me rapo el pelo” y, en efecto, al día siguiente cumplí uno de mis más grandes sueños.

Como una niña miedosa, empecé a cortar las partes de abajo de mi pelo, en caso de que me arrepintiera a mitad de camino por lo menos tendría un corte con el que ya me había visto antes, sin embargo, cuando empecé a cortar, no pude parar. La libertad y felicidad que sentí al ver mi reflejo en el espejo sin un solo pelo en la cabeza fue tan grande que empecé a llorar de la emoción. En mi vida entera me había sentido tan libre, feliz y orgullosa de mí misma. Sentí como si me hubiese quitado de encima siglos de estigmas sociales, de complejos respecto a cómo se ha de ver una mujer y, por primera vez en muchos años, me sentí yo misma al punto de que quise convertirme en modelo pero esa ya es otra historia.

Todo esto me ayudó a comprender muchas cosas pero hay 3 muy importantes que quiero compartir con ustedes:

 

  1. Los complejos están realmente en nuestras mentes. Atrévanse a hacer ese cambio que desean o que siempre han soñado ya que les aseguro que se sentirán ustedes más que nunca
  2. Todas somos hermosas y nada ni nadie nos puede decir lo contrario. Con pelo o sin pelo, con una figura esbelta, delgadas o gorditas, TODAS somos hermosas. Las personas siempre van a querer opinar en nuestras vidas, sin embargo, nosotras decidimos si su crítica va a dominar nuestras vidas o si nos entrará por un oído y saldrá por el otro
  3. La vida hay que vivirla cada día al máximo. El 2020 nos enseñó que la vida es muy efímera y por eso les digo que hay que disfrutar cada minuto de esta al máximo ya que no sabemos cuándo será nuestro último día. Haz ese cambio de look que siempre has querido, usa esa ropa con la que te sientes divina y hermosa. Todos los días son un día especial porque son un gran regalo para ti

 

Es muy importante seguir nuestros corazones y amarnos al máximo tal cual somos. Esto no significa que desees cambiar tu cuerpo o tu figura pero lo más importante es que este cambio realmente sea para ti y no para complacer a otros. Tu eres una maravilla, fuiste creada de manera única y especial, eres una obra de arte y, si hay algo que muchas sabemos, es que no todo el mundo comprende el arte de la misma manera, sin embargo siempre habrán personas que admiren esa belleza y la sepan apreciar tal cual es.

 

Sean libres, sigan sus sueños y disfruten cada mínimo instante de la vida.

 

Con cariño,

Patricia. A. García