No sé vosotras, pero a mí uno de los postres que me vuelven más loqui es la tarta de queso. Y es que, si juntas el queso, una de mis perdiciones de por sí, con tarta… Nada puede salir mal de esto. No hay cosa que una más a la gente que el queso, eso es así.

En busca de recetas de tarta de queso, encontré la perfecta: poco tiempo de elaboración, sin una cantidad loca de ingredientes (que además puede que tengas muchos ya en casa) y fácil, para las que estamos empezando en esto de la repostería o somos más torpes.

 

 

Si eres de las mías y la tarta de queso te chifla, vamos al lío:

INGREDIENTES:

  • 1 paquete de galletas (tipo María, Digestive… las que más te gusten o tengas más a mano)
  • 100 g (aprox.) de mantequilla
  • 400 g de nata líquida para montar 35% materia grasa
  • 500 g de queso de untar (tipo Philadelphia, pero también vale cualquiera del estilo)
  • 2 sobres de cuajada (25 g en total)
  • 100 g de azúcar (yo lo cambié una vez por estevia y canela, no le queda nada mal)
  • Mermelada al gusto

PREPARACIÓN:

Lo primero que debemos hacer para crear esta delicia es preparar la base de la tarta. Para ello, necesitamos machacar las galletas hasta hacerlas polvo. Si tienes trituradora o algo similar, este paso es mucho más rápido. Si, como yo, no tienes una, se puede hacer a mano, machacando las galletas con una paleta o lo que nos sea más sencillo.

Una vez que las galletas están hechas polvo, debemos mezclarlas con la mantequilla que habremos derretido previamente. Podéis hacerlo al baño maría si sois todas unas profesionales. Yo la pongo en el microondas a intensidad media cosa de un minuto. Eso sí, tapa la mantequilla, que si no se montará una fiesta en tu microondas.

Echamos la mantequilla sobre el polvo de galleta en el molde donde vamos a hacer la tarta. Una pizca de canela tampoco le viene mal. Debemos formar una masa compacta que cubra toda la base del molde. Siempre puedes echar un poco más de mantequilla si no es suficiente.

¡Ya tenemos la base! Ahora a meterla en el frigorífico. A partir de los 20 minutos, suele estar lista.

En un cazo a fuego lento echamos la nata líquida, y mientras vamos removiendo, le añadimos poco a poco el resto de ingredientes: el azúcar, el queso y la cuajada. Para la cuajada, primero debemos diluir cada sobre en un vaso de leche y después unirlo a la mezcla.

Una vez que tenemos todos los ingredientes en el cazo, seguimos removiendo hasta su completa disolución y no paramos hasta que rompa a hervir. Esto es muy importante para que cuaje la tarta. Una vez empiece a hervir, hay que retirar inmediatamente el cazo del fuego.

Sacamos el molde con la base de galletas y vamos añadiendo la mezcla de queso. Yo me suelo ayudar con una cuchara para que no caiga directo y conseguir que sea más uniforme. Lo vamos distribuyendo bien con la ayuda de una paleta y después devolvemos la tarta al frigorífico. Después de unas 5-6 horas, ¡ya está lista para comer!

Una vez que la tarta está firme, puedes proceder a echarle la mermelada que más te guste por encima. Si decidieras cambiar el azúcar por canela y/o estevia, ten en cuenta que la tarta tendrá más sabor a queso y estará menos dulce.

receta tarta de queso

¿Qué os parece? No tiene mucha complicación, ¿verdad? Nada como un postre como este para animarte el día. ¡Qué aproveche!

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